China anuncia eliminación de cuarentena obligatoria para viajeros que ingresen al país

China eliminará el 8 de enero la cuarentena obligatoria para quienes viajen al país, informaron hoy las autoridades sanitarias, una medida que se suma al levantamiento de restricciones anunciado para principios de diciembre, mientras los casos de coronavirus se multiplican y aumenta la preocupación por el impacto que tendrá para el día de Año Nuevo.

Sin embargo, a partir del mes que viene, solo se exigirá un test negativo reciente a todos aquellos que quieran acceder a China, precisó en un comunicado la Comisión de Salud de la única gran potencia que solicita cuarentena a los viajeros.

Este confinamiento dura actualmente cinco días, seguidos de tres días de observación a domicilio.

La Comisión de Salud indicó que ahora ya no considera a la Covid-19 como una neumonía, sino como una enfermedad «contagiosa» menos peligrosa, informó la agencia de noticias AFP.

Las autoridades chinas ya habían reducido a la mitad la duración de la cuarentena obligatoria para los recién llegados al país, pasando de 21 días a 10 días.

Sin embargo, las fronteras de China están prácticamente cerradas desde el inicio de la pandemia, en enero de 2020, cuando redujo de manera drástica la concesión de visados turísticos y las conexiones aéreas con otros países.

La noticia de la eliminación de la cuarentena obligatoria para viajeros se produjo después de que el presidente chino, Xi Jinping, instara a las autoridades sanitarias a tomar las medidas que sean necesarias para «proteger eficazmente» la vida de sus compatriotas.

«Deberíamos lanzar una campaña sanitaria patriótica de manera más afinada», para fortalecer «la prevención y el control» de la epidemia y «proteger eficazmente la vida, la seguridad y la salud de la gente», dijo el mandatario chino en sus primeros comentarios públicos desde que Beijing relajó este mes las restricciones, citado por el canal estatal CCTV.

Tres años después de la aparición de los primeros casos de coronavirus en la ciudad china de Wuhan, el gigante asiático hace frente a un aumento explosivo del número de contagiados por el virus, pocas semanas después de haber relajado su estricta política de «covid-cero», que aunque permitió controlar eficazmente la pandemia, lo hizo con un alto costo económico y de hartazgo social.

Numerosos hospitales están saturados, las farmacias sufren escasez de medicamentos y varios crematorios indicaron que están recibiendo un elevado número de cuerpos para incinerar.

China solo reconoció oficialmente seis muertos por Covid-19 desde que se levantaron las restricciones.

Según numerosos expertos, este balance sería muy inferior a la cifra real de fallecidos, en un país en que buena parte de las personas mayores no están vacunadas contra la Covid-19.

Hoy, el diario chino Global Times informó que en la provincia oriental de Zhejiang las nuevas infecciones diarias de coronavirus alcanzan más de 1 millón (la enorme mayoría asintomáticos) y se espera un pico de 2 millones diarios alrededor del día de Año Nuevo.

La mayor cantidad de visitas diarias a las clínicas en toda la provincia llegó a 408.400 durante la semana pasada, 14 veces la cantidad habitual de visitas dijo Yu Xinle, subdirector de la Comisión de Salud provincial, durante un rueda de prensa ayer.

Basados en las recientes encuestas de muestreo y monitoreo de casos en las comunidades, las autoridades predijeron que la infección alcanzará su punto máximo antes de lo previsto alrededor del día de Año Nuevo y entrará en una meseta de una semana con nuevas infecciones diarias que alcanzan los 2 millones.

La provincia informó que preparó 101.082 camas en los hospitales, 1.600 de ellas en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y ampliará el personal para el servicio de emergencia.

También aseguraron que mejorará aún más las instalaciones de ambulancias, incluidos monitores, desfibriladores y ventiladores.

La ciudad oriental de Qingdao, por su parte, informó la semana pasada que alrededor de medio millón de personas se infectan cada día entre su población de nueve millones.

Hospitales de grandes ciudades como la capital, Beijing, tienen dificultades para atender a todos los pacientes, según testimonios recogidos en las redes sociales.

La semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró «muy preocupada» por la evolución de la Covid-19 en China y reclamó «más información» al respecto, ante lo que la cancillería respondió que el país ha compartido sus datos «de forma abierta, puntual y transparente» desde el inicio de la pandemia.

El gigante asiático anunció ayer que dejaría de publicar el parte diario en el que, desde principios de 2020, detallaba los nuevos casos y decesos por la enfermedad.

El último parte oficial, publicado el sábado, daba cuenta de tan solo 4.128 nuevas infecciones y ninguna muerte, situando la suma de contagios sintomáticos desde el inicio de la pandemia en casi 400.000 y la de fallecimientos, en 5.241.

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