Destacan avances en el proyecto sobre etiquetado frontal de alimentos

El secretario de Calidad en Salud, Arnaldo Medina, precisó que una de las modificaciones a incorporar “es la obligatoriedad de declarar qué nivel de azúcar tiene el alimento, algo que hoy no está contemplado”.

El secretario de Calidad en Salud, Arnaldo Medina, defendió este lunes el derecho de la población a «obtener información más precisa de los alimentos» que se consumen, al referirse a los avances para instrumentar el Rotulado Nutricional Frontal (RNF) de los alimentos industrializados que impulsa el Ministerio de Salud con el objetivo de frenar el aumento del sobrepeso y obesidad en el país.

“Por primera vez hay un acuerdo entre todas las áreas de gobierno que intervienen en la materia; la iniciativa tiene amplio consenso, con diferentes proyectos presentados”, afirmó Medina en diálogo con la TV Pública, y agregó que «la industria también está apoyando que haya un etiquetado frontal, aunque con un proyecto distinto”.

La propuesta busca incorporar el RNF en los envases de alimentos y bebidas no alcohólicas, como una herramienta para proteger el derecho a la información de los consumidores y como una forma de protección del derecho a la salud y a una alimentación adecuada.

“Se trata de información más precisa sobre los alimentos procesados, a través de un sistema gráfico que permite visualizar muy rápidamente aquellos alimentos que tienen un exceso en alguno de los nutrientes básicos y que pueden hacer daño a la salud, fundamentalmente las grasas, el sodio y los azúcares”, explicó funcionario.

El objetivo de la iniciativa
Luego agregó que la iniciativa “es muy importante porque consumimos alimentos permanentemente, pero muchas veces la información está en letras muy pequeñas, al dorso de los envases, y a los consumidores nos lleva todo un tiempo poder elaborar una información”.

Según el funcionario, “para establecer el etiquetado frontal de los alimentos hay que cambiar el Código Alimentario Nacional, que es el instrumento que regula los alimentos que consumimos, la información que tienen, lo que está permitido y lo que no”.

“Lo que tenemos que considerar es que esta política responde a una necesidad imperiosa de poder controlar un problema muy importante que tenemos de salud pública, tanto en el mundo como en la Argentina, como lo son la obesidad y el sobrepeso”, dijo el viceministro de Salud.

Explicó que “cerca del 60 % de las personas tienen problemas de obesidad y sobrepeso, y más del 40% de los niños y niñas. Es un problema que viene creciendo en nuestro país y lamentablemente tiene que ver con el consumo de alimentos preelaborados”.

Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo publicada en 2019, el 61,6% de los argentinos adultos tienen exceso de peso, en una proporción de 36,2% de personas con sobrepeso y 25,4% con obesidad.

El estudio confirmó la progresión de la epidemia, considerando que la obesidad ya alcanza a un cuarto de la población y que creció desde 2005 casi 11 puntos porcentuales.

El año pasado se realizó la primera edición de la encuesta, cuando este indicador mostró que el 14,6% de los encuestados registraba algún grado de obesidad.

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