En Argentina, según el Ministerio de Salud de la Nación, aproximadamente 48.600 mujeres mueren anualmente por enfermedades cardiovasculares, lo que hace que estas enfermedades sean la principal causa de muerte entre las mujeres de más de 60 años del país.
Con el apoyo de la OMS y la UNESCO, la Federación Mundial del Corazón ha declarado el 29 de septiembre como el Día Mundial del Corazón.
La Dra. Analía Aquieri, médico del departamento de cardiología del Hospital de Clínicas, explica: «Aunque durante muchos años se creyó que las enfermedades oncológicas como el cáncer de mama o de útero eran la principal causa de muerte en las mujeres, la realidad es que casi 50.000 mujeres mueren cada año por enfermedades cardiovasculares, mientras que unas 6.000 mueren de cáncer de mama. Esto significa que una de cada tres mujeres muere de un ataque al corazón o un derrame cerebral, mientras que una de cada ocho mujeres muere de cáncer.
El doctor explicó que aunque las hormonas protegen a las principales víctimas de estas enfermedades durante sus períodos fértiles, pierden esta protección cuando entran en la menopausia, y que esto conlleva un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Este aumento del riesgo es más pronunciado en las personas que sufrieron de presión arterial alta durante el embarazo, diabetes gestacional o personas que han sido tratadas por cáncer de mama.
«Recuerde que los síntomas de un ataque al corazón de una mujer pueden no ser tan característicos como los de un hombre. Los síntomas de las mujeres también incluyen fatiga, falta de aliento, debilidad general o molestias abdominales como algunas de las manifestaciones ‘poco convencionales’ de los episodios cardiovasculares en las mujeres», advierte Aquieri.
Los principales factores de riesgo de las enfermedades cardíacas son la hipertensión, el colesterol alto, el tabaquismo, que es una gran amenaza, la obesidad asociada al sedentarismo y la diabetes. No obstante, el médico explica que estas características pueden ser peligrosas para todos, por lo que es importante realizar controles preventivos, ya que la sociedad ha atribuido durante mucho tiempo estas dolencias sólo a los hombres.
Es fundamental trabajar en la difusión de este gran problema, enseñar a las mujeres los cuidados que deben tener para lograr una adecuada prevención, que debe realizarse desde una edad temprana, a más tardar en la tercera o cuarta década de vida, para lograr resultados exitosos.
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