Oscar Ruggeri hablo sobre lo que sucedió con Toto Salvio

Oscar Ruggeri habló sobre la situación que está atravesando el Toto Salvio, y opinó como exfutbolista sobre cómo impactan los problemas personales de la vida cotidiana, dejando en claro la importancia de la familia y la educación.

Oscar Ruggeri se refirió al momento que está pasando el Toto Salvio y dio su punto de vista como exfutbolista sobre cómo afectan los problemas personales.

El “Cabezón” hizo hincapié en la importancia de la familia  y la educación. Además, dijo que a los jugadores los marea el dinero y la fama, sobre todo a los más jóvenes.

“Abrir la puerta de tu casa y que vengan los chicos corriendo y te sientes a la mesa con tu mujer, con tu papá y tu mamá, no es lo es mismo que abrir la puerta de tu casa y estar solo. Es bravo”, comenzó diciendo.

Asimismo, dio una opinión de lo que haría si fuera el técnico: “Para mí, si sos Battaglia, a Salvio lo tenés que escuchar y el jugador mismo te va a decir cómo está y te vas a dar cuenta. Y es posible que si lo dejan al costado como diciendo ‘bueno, mirá, tomate dos o tres días, resolvé esta situación y después volves’, y esperando que todo esté bien, no creo que haya otro camino para el DT. Si el jugador viene y te dice que quiere jugar, eso ya es otra cosa».

Y sobre el rol del plantel, agregó: “El plantel va a estar cerquita de Salvio, lo va a acompañar, es una situación difícil. La tendrá que solucionar la Justicia, pero en esos casos el vestuario habla mucho, se acompaña al compañero, se le pregunta cómo está o si quiere jugar”.

También recordó cómo le impactaban a él los problemas: “Cuando el jugador tiene problemas grandes, los lleva a la cancha. En mi caso, yo podía tener un problema hasta que entraba a la cancha; cuando empezaba el partido, esos 90 minutos me bloqueaba, pensaba en el partido”.

Para dejarlo en claro, contó una anécdota: “En San Lorenzo, cuando falleció el papá del Gallego González, nosotros nos estábamos jugándo el campeonato y él era un jugador clave. Enterramos al papá y el Bambino Veira le dice: ‘Gallego, quedate afuera, tranquilo’, y el Gallego le dijo que no, que necesitaba jugar, estar ahí. Empezó en el banco, entró y le hizo el gol a Belgrano. Terminamos todos llorando en una montaña. Él después dijo que su papá hubiese querido verlo en la cancha, que desde arriba no iba a entender a San Lorenzo jugando y él en su casa”.

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