Pandemia global de miopía puede ser causa de futuras cegueras

La velocidad de progresión de la miopía aumentó un 40% durante la pandemia.

Más de 20 investigadores de todo Latinoamérica presentaron en el Primer Congreso Multidisciplinario de Miopía las lentes especiales que impiden la progresión de la miopía.

La pandemia de Covid-19 dejó muchas secuelas ocasionadas por el encierro y el uso de pantallas en forma constante, como es el caso de la miopía. Un grupo de más de 20 investigadores y profesionales de la oftalmología señaló durante el Primer Congreso Multidisciplinario de Miopía llevado a cabo en la ciudad Buenos Aires el pasado 1 de julio y organizado por Novar, empresa de lentes, que la velocidad de progresión de la miopía se incrementó un 40% durante el encierro de la pandemia, y según la Organización Mundial de la Salud para el año 2050 la mitad de la población mundial será miope.

“El tema es preocupante. Uno de los factores ambientales que hace que los chicos se vuelvan miopes es el estar adentro, encerrados”, comenta Dr. Rafael Iribarren, miembro del Grupo Argentino de Estudio de Miopía, director científico del Congreso y consultor de Novar. “Una de las maneras de evitar la miopíaes que los niños salgan afuera dos horas por día, a la luz del sol. En China, por ejemplo, los niños pasan gran parte del día con pantallas, sin salir al exterior y adentro de las escuelas, lo que generó un aumento considerable de miopía. Y la pandemia fue una causa más”, agrego Iribarren.

Miopía significa, en general, que el ojo es más largo de lo que debería ser. En lugar de medir 22 milímetros mide 25 o 30 milímetros y está desenfocado porque la retina está más atrás. Si un niño de 10 años ya tiene miopía, ya tiene el ojo más largo y su ojo va a seguir creciendo. Lo que hay que lograr es que ese ojo no siga creciendo por eso es clave el uso de lentes que eviten esa progresión. La miopía más importante de prevenir suele aparecer entre los 7 y 12 años, aunque puede evidenciarse antes e incluso aparecer de más grande en la adolescencia y juventud. “Es muy importante que los niños cuyos padres sean miopes cumplan con los controles oftalmológicos una vez al año. Y lo mismo con aquellos que no tienen antecedentes familiares, porque el cambio de la vida rural a la urbana hizo que los más pequeños estén mucho tiempo encerrados leyendo con luz artificial, ya sea por exigencias del colegio o por placer”, comenta Dr. Rafael Iribarren, miembro del Grupo Argentino de Estudio de Miopía, director científico del Congreso y consultor de Novar.

Nueva generación de lentes para evitar la progresión de la miopía

Durante el congreso los especialistas presentaron una nueva generación de lentes, que no solo sirven para ver mejor, sino que evitan la progresión de la miopía y para que ésta no llegue a valores altos. Los anteojos convencionales solo solucionan el problema de la miopía y no están diseñados para controlarla, por lo que su uso sería similar a tratar un síntoma y no la enfermedad de base. Pero gracias a la persistente investigación de profesionales argentinos y la tecnología de Novar hoy se encuentran en el mercado dos nuevas lentes.

Una de ellas, llamada Myofix, especialmente diseñada para ralentizar la progresión de la miopía en niños. Estas nuevas lentes ayudan a frenar la progresión de la miopía respecto a los lentes tradicionales. Y por otro lado, están las lentes Myolens, para cualquier persona miope que necesite una solución adaptada a sus necesidades visuales específicas “Estamos ante un cambio de paradigma: el de la corrección y tratamiento simultáneo de la miopía escolar y juvenil, anteojos que corrijan el defecto de la visión lejana, pero al mismo tiempo no permitan la progresión de la miopía”, comenta Abel Szeps, oftalmólogo e investigador en control de miopía, MN 114860 y consultor de Novar. “Los anteojos para control de la progresión de miopía ya son una realidad que impide la respuesta hacia la elongación y progresión en la miopía escolar, gracias a un emborronamiento o desenfoque periférico”, agrega.

Consejos para evitar progresión de la miopía

Como la miopía suele progresar año a año hasta la vida adulta, cuanto más temprano comienza más grave puede llegar a ser el problema. Por ello la detección temprana de los más chiquitos es mandatoria. Hoy hay manera de evitar la progresión. Por ejemplo, llevando a los chicos dos horas por día al aire libre en plazas, patios, balcones o terrazas es una muy buena medida, como dice la Dra. María Marta Galán, coordinadora del Grupo de Estudio de Miopía. Tratar de que lean y estén con los dispositivos en manera acotada diversificando las tareas de ayuda en la casa con el estudio basado en una combinación de lectura, discusión oral y juegos relacionados con la temática a tratar. Si aun así se presentara miopía en algún chico, entonces se debe hacer la consulta al oftalmólogo para controlar la miopía pues hay diversos tratamientos ópticos y con gotas o ya lentes especiales.

El rol de la escuela

Muchas veces el primer llamado de atención lo hace el colegio, que le avisa a los padres que el niño o la niña no ve bien el pizarrón. ¿Y cómo se evidencia esto? Puede ser porque el alumno lo manifiesta, o en los más chicos de edad, por dificultades en el rendimiento escolar.

Por esa razón, antes del ingreso a la escuela primaria -es decir entre los 5 y 6 años- las escuelas solicitan a los padres que presenten un certificado de agudeza visual, que debería repetirse año a año.  “El screening previo a primer grado es mandatorio, tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en casi todas las provincias. Además, la Ciudad cuenta con un programa llamado ‘Ver qué ves’ que analiza la agudeza visual de 24 mil chicos cada año desde el 2020. Junto con la dilatación bajo pupila, el test de agudeza visual es la mejor herramienta para detectar y tratar a tiempo la miopía en niños”, cerró el Dr. Iribarren. 

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