Las horas espejo son mensajes enviados por el mismo universo que viene a comunicarte algo importante. Suelen ser avisos o advertencias que pueden cambiar el curso del destino, por lo que es fundamental prestarles atención.
Pero ¿cómo podemos saber qué significan? Pues todo se lo debemos a la numerología. Esta asigna a cada número un valor que lo vincula con el funcionamiento mismo del universo. Al fin y al cabo, todo en nuestro mundo son números.
¿Tiene esto alguna base científica? Lo cierto es que no, pero sabemos que no todo tiene porque tener una explicación lógica en nuestro mundo. O, al menos, no siempre somos capaces de encontrarlas.
El primero que así lo pensaba era Carl Gustav Jung, que habría alucinado con todo esto de las horas espejo. Al menos, eso es lo que suponemos tras conocer su teoría expuesta en Sincronicidad como principio de conexiones acausales.
En este texto, Jung explicaba que creía firmemente que debía haber algo que hiciera que dos o más eventos relacionados tuvieran lugar al mismo tiempo sin ninguna razón lógica de por medio. El que era ese algo no llegó a definirlo nunca, pero por suerte nosotros tenemos la numerología para conseguir algunas respuestas.
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