Un eficaz calmante del dolor, «el laurel»

El laurel, habitante común de la cocina, esconde propiedades sorprendentes. No solo contiene eugenol y cineol, que ayudan a que la digestión sea más eficiente. También, el laurel tiene efectos bactericidas, antisépticos, expectorantes y antiinflamatorios, por lo que está recomendado para enfermedades del aparato respiratorio como gripe, faringitis o bronquitis.

Sin embargo, aún hay más. Un estudio reciente de la Universidad de Viena estableció que el aceite esencial de esta planta muestra  un significativo efecto contra el dolor en pruebas de laboratorio, junto con una acción antiinflamatoria dosis dependiente y un moderado efecto sedante. Los autores del trabajo consideran estos efectos comparables con los de la morfina y piroxicam.

Para poder utilizar aunque sea en parte estos beneficios, el laurel puede tomarse en una infusión de 2 hojas por taza de agua hirviendo, y dejar reposar 5 minutos antes de tomar. De estas infusiones se aconsejan 3 al día, para aliviar el dolor causado por afecciones articulares como artrosis y dolor de rodillas, caderas, hombros y columna vertebral.

Se puede usar también en cataplasmas o en masajes suaves mezclado con aceite vehicular (el de oliva es excelente). También se pueden mojar paños en la  infusión de esta hierba: Hervir un litro de agua y después añadir 10 g de hojas de laurel. Luego hay que aplicarlos tibios sobre la zona del dolor.

El aceite esencial de laurel, que se elabora a partir de un método de condensación, puede adquirirse en comercios especializados pero su uso es solo externo, diluido en aceites de oliva o de almendras o en alcohol, para hacer masajes suaves en las zonas doloridas.

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