A 30 años: el Gol del Terremoto en el clásico entre Gimnasia y Estudiantes

El 5 de abril de 1992, la Agencia Científica del Gobierno de Estados Unidos envió de manera urgente un aviso mundial a 120 países para alertarles ante la aparición de un temblor de tierra de 6,2 grados en la Escala Richter. La respuesta fue que todo había sido propiciado, generado y creado por un gol.

Se enfrentaban triperos contra pincha-ratas (apodos de Gimnasia y Esgrima La Plata y Estudiantes de La Plata, respectivamente) en el clásico platense, uno de los más calientes y especiales de toda Argentina. Aquel día, se creó la leyenda del ‘Terremoto Perdomo’, haciendo honores para siempre a José Perdomo, futbolista uruguayo que era una de las piezas clave del tripero y que aquella jornada marcó un registro envidiable, pero que estaba muy acostumbrado en su carrera a elegir estos días de máxima rivalidad para tomar protagonismo: “No tembló la tierra siempre que marcaba goles, pero en mis años de profesional disfruté de derbis como el Coventry-Aston Villa, el Genoa-Sampdoria y el Betis-Sevilla, donde sí marqué como verdiblanco un gol en uno de estos partidos especiales. Es bueno tener ese tipo de partidos porque entre bromas y cómo te cargan los amigos como pierdas, uno lo toma siempre como algo especial”, recuerda sobre su carrera y estos duelos de rivalidad donde solía generar un foco sobre su pierna derecha.

“Ya saben cómo tratamos aquí esos partidos. Todas las hinchadas montan un show para ser las mejores en las gradas y luego en la cancha. Se vive con mucho fervor y en La Plata, como todos son de un club o de otro, mitad de Gimnasia y mitad de Estudiantes, es único. Aquel partido era el primero grande para mí allí, porque había llegado hace poco. Cuando llegó el Clásico, el técnico me habló, me dijo que me necesitaba especialmente para estos partidos y aunque yo le dije que no estaba a tope, salimos con todo ante el nerviosismo de la hinchada. Aquel gol lo cambió todo porque acabamos llegando a clasificarnos a competiciones continentales”, recalca el charrúa, que aun sabe cómo explicar, a puro detalle, cada mínimo recuerdo de un gol fundamental para los triperos.

“Fue a los nueve minutos del segundo tiempo, un tiro libre. Había jugadores responsables de estas acciones pero yo pedí la pelota. Creo que el arquero no me conocía todavía, aunque yo tenía siempre la costumbre de pegar fuerte estos golpeos. Esa vez, decidí hacerlo de otra manera, a colocar un poco más para intentar sorprender así. Y me salió perfecto. Con el gol, todo estalló. Es difícil de explicar lo que sucedió. Yo no era un goleador nato, pues era volante defensivo, por lo que cada gol que hacía lo disfrutaba enormemente. Y hacerle un gol a un rival con tanto poderío, era algo perfecto. Acá se explotó todo y nos dejaban subirnos en aquella época a las gradas y disfrutar ese momento único”, disfruta conforme lo explica más tranquilamente, sabiendo que cada año lo recalcan con un nuevo aniversario y la afición de su club platense se emociona con lo sucedido gracias a su gol.

“Toda esa vivencia que disfruté, trato de compartirla ahora con chicos de la sub-16 que entreno actualmente acá. Los padres le dicen a sus hijos: ‘¿Sabes que tu técnico es quien hizo el ‘Gol del Terremoto’?’. Y a mí eso me hace muy feliz y me enorgullece. Disfruto mucho antes esas cosas. La gente me tiene mucho cariño en Uruguay y cuando voy allí a La Plata, es increíble, porque es que me felicita y me tiene respeto hasta la gente de Estudiantes de La Plata, que era el rival entonces. Muchos argentinos me ven, por ejemplo, en un asado o en algún acto, y me recuerdan aquello cuando me ven. Hubo una vez una parrilla donde me encontré que tenían una foto mía y allí dialogaban de mi gol los hinchas de ambos clubes. Esas cosas y estos aniversarios que comentan cada año, sirven para que mis hijos sepan lo que hice y hasta me ponen el gol por internet para compartirlo conmigo”, recalca Perdomo, apuntando una vez tras otra que la palabra clave en el fútbol es respeto para saber disfrutar de todo ello. Y mira que más allá de ese gol, mítico, José jugó un Mundial, ganó títulos, jugó en Europa…

Muchas veces el hincha se identifica con lo que hacen los futbolistas, pero en este caso, el hincha es casi más importante que Perdomo, porque fue el hincha quien lo hizo posible, quien hizo explotar el estadio y quien dejó aquello para la eternidad en el recuerdo de los platenses”, argumenta Luis, consciente que eso genera algo mucho más personal e íntimo para los propios hinchas.

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