El músico y compositor español Alejandro Sanz llenó el estadio Movistar Arena en la cuarta parada de la gira argentina “Sanz en vivo” a la que quedan otras tres funciones en el reducto del barrio porteño de Villa Crespo.
En el contexto de una recorrida local que empezó el 1 de mayo en la Plaza de la Música de Córdoba y el 3 pasó por el Metropolitano de Rosario, el guitarrista y cantante ya completó dos recitales en el Movistar Arena este fin de semana.
Durante la presentación de anoche donde el argentino Axel (quien acaba de anunciar la realización de un Luna Park para el 25 de noviembre) se sumó como único invitado local, Sanz no dejó clásicos con su firma sin abordar.
Entre esas piezas emblemáticas de su repertorio destacaron, entre otros títulos, «No es lo mismo», «La fuerza del corazón», «Amiga mía» y «¿Y si fuera ella?», «Paradaise» y «Mi soledad y yo».
El concierto permitió también el abordaje de canciones más recientes (entre ellas “Correcaminos” que hizo en colaboración con el cantante venezolano de pop, reggaetón y trap Danny Ocean; «La Rosa» e «Iba») y en ese desarrollo el artista pasó de la guitarra (instrumento que domina con maestría) al piano para “No ves”.
En un espectáculo de sonido impecable y cuidada puesta audiovisual, Sanz incluyó un homenaje a Joaquín Sabina con una versión propia de “Contigo”.
Con esta serie que lo está reencontrando con el público argentino, el madrileño, de 54 años, está pudiendo concretar lo que dijo a Télam en marzo pasado: “Lo más importante para mí es salir del escenario y sentir que la gente se va con la sensación de que ha merecido la pena estar en ese concierto. Porque yo entiendo que es un esfuerzo para la gente gastar su dinero, ir a un sitio, esperar, hacer fila. Yo apuesto a que cuando se vayan de ahí tienen que haberse olvidado de todo”.
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