La recesión continúa golpeando con fuerza al sector alimenticio y Arcor, uno de los gigantes de la industria nacional, no quedó al margen. La empresa cordobesa informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que sus ganancias netas entre enero y septiembre de 2025 fueron de $97.772 millones, una cifra muy inferior a los $378.245 millones del mismo período del año pasado.
La reducción de $280.473 millones refleja el deterioro de la rentabilidad en un escenario marcado por la contracción del consumo, el ajuste en los hogares y la presión sobre los costos operativos.
El retroceso de Arcor se suma a los resultados negativos de otras compañías alimenticias de peso.
–Mastellone Hnos. (La Serenísima) reportó pérdidas por más de $20.000 millones, revirtiendo los $67.000 millones de ganancias en 2024.
–Molinos Río de la Plata terminó con un saldo negativo de $37.403 millones, su primer rojo en cuatro años.
Arcor, reconocida como la mayor productora de golosinas de América Latina, también informó una caída en sus ventas, que alcanzaron los $3.509 millones, por debajo de los $3.884 millones registrados un año antes.
El resultado operativo llegó a $237.574 millones, equivalente al 6,8% de las ventas, un leve avance respecto del 6% del año pasado.
En su balance, la empresa sostuvo que estas cifras “reflejan la solidez del modelo de integración vertical, la eficiencia en la gestión de costos y el control de los gastos estructurales”, aunque reconoció que el crecimiento fue casi nulo y se concentró en pocos segmentos.
La pérdida más significativa provino del ámbito financiero. Arcor registró un rojo de $98.698 millones, contrastando con la ganancia de $421.751 millones obtenida en 2024.
Según la compañía, la desaceleración de la inflación y los movimientos del tipo de cambio generaron una devaluación real del peso, afectando de manera directa el resultado contable.
Pese a los números en baja, Arcor mantuvo su estrategia de crecimiento a largo plazo. Durante los primeros nueve meses del año, la firma destinó $150.359 millones a maquinaria, infraestructura, terrenos y obras en desarrollo, reafirmando su apuesta por sostener su capacidad productiva.
