Situación “extrema” es la que atravieza España y de esta manera lo entiende el presidente Pedro Sánchez. Desde esta tarde y por 15 días con posibilidades de prórroga por meses se establece que el país ibérico vivirá un estado de alarma con toque de queda.
La medida se cumplirá desde las 23.00 horas hasta las seis de la madrugada, aunque puede ser modulado por las autonomías.
El gobierno ya ha declarado dos rondas de estado de emergencia durante la pandemia. El primero se declaró en marzo para cumplir un estricto confinamiento en todo el país y el segundo impuso durante dos semanas en Madrid, para obligar al reacio gobierno regional a imponer restricciones de movimiento sobre los residentes para frenar el rebrote y duró hasta el sábado.
Las autoridades en todos los niveles del gobierno son reacias a imponer otro confinamiento estricto y el cierre de la actividad económica dada la debilidad de la economía española, que ha entrado en recesión y asistido a un gran aumento del desempleo en los últimos meses.
La falta de pruebas diagnósticas y otros factores podrían ser determinantes para que el país europeo podría tener más de 3 millones de personas infectadas y no las que oficialmente están computadas que supera el millón de casos confirmados de COVID-19, según Sánchez.
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