Críticas de funcionarios, referentes de DDHH y juristas a Villarruel por reivindicar la dictadura

Funcionarios, políticos, dirigentes de organismos de derechos humanos y juristas coincidieron hoy en repudiar el acto negacionista de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar organizado ayer en la Legislatura porteña por la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza (LLA) Victoria Villarruel, y señalaron que se trató de una reivindicación del terrorismo de Estado.

«Lo que pasó en la Legislatura ayer no fue un homenaje, sino un acto de reivindicación de la dictadura asesina. Los libertarios planifican siniestramente el indulto o la amnistía de violadores, torturadores, apropiadores de bebés y asesinos», aseguró el jefe de Gabinete y candidato a vicepresidente de Unión por la Patria (UxP), Agustín Rossi.

El funcionario consideró en su cuenta de la red social X (ex Twitter) que mientras algunas personas «justifican la muerte y reivindican el período más oscuro de nuestra historia», como ocurrió este lunes en el acto impulsado por la diputada nacional y compañera de fórmula de Javier Milei, otras «seguimos preguntando dónde están los nietos, ejercitando la Memoria, exigiendo Justicia y buscando incansablemente la Verdad».

Rossi también resaltó el trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo, que son «reconocidas en el mundo entero», y, en particular, el de su titular, Estela de Carlotto, a quien llamó «símbolo de paz y coraje para la defensa de la vida».

Anoche, horas después del acto encabezado en la Legislatura porteña, en el que combinó un homenaje a víctimas de Montoneros y ERP con un espíritu negacionista de los crímenes de la última dictadura, Villarruel calificó a Carlotto de «personaje siniestro» para el país «porque, con ese cariz de abuelita buena, ha justificado al terrorismo, ha hecho política desde siempre, tiene a toda su familia colocada en el Estado», dijo en una entrevista en el canal La Nación +.

Carlotto, en declaraciones a Radio Diez, respondió a las «barbaridades» pronunciadas por Villarruel. Si bien primero consideró que «son cosas que duelen» y a las que «no hay que darles demasiada importancia», más tarde, en una entrevista concedida a Radio Nacional, expresó su «enojo» con la legisladora libertaria, que podría terminar en una denuncia cuya presentación será evaluada por Abuelas en su conjunto.

La titular de la organización de derechos humanos también le contestó a Villarruel porque, en la misma entrevista televisiva, pidió a Carlotto que contara que su hija Laura, secuestrada por la dictadura militar en noviembre de 1977 en La Plata y asesinada tras dar a luz en cautiverio, «era combatiente» de Montoneros. «Que a mí me diga lo que quiera, pero que no toque a mi hija», advirtió Carlotto.

«Villarruel y su negacionismo dan asco», expresó, por su parte, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. En su cuenta de X, el funcionario criticó a la diputada libertaria por ser «una persona dedicada a la apología de una mierda como (el dictador y genocida Jorge Rafael) Videla y sus esbirros», a quienes «considera buenos tipos».

«Nada más casta que la hija de un militar que estuvo implicado en el genocidio argentino y en el terrorismo de Estado», sostuvo, en tanto, la senadora nacional del Frente de Todos (FdT) Juliana Di Tullio en declaraciones a la radio FutuRöck.

La candidata a vicepresidenta de LLA es hija de Eduardo Villarruel, quien participó en Tucumán, a mediados de los ’70, en el llamado «Operativo Independencia», considerado la antesala del genocidio que la última dictadura extendió años después al resto del país. Además, su tío, Ernesto Guillermo, fue detenido en 2015 por orden del juez federal Daniel Rafecas acusado de cometer crímenes de lesa humanidad en el centro clandestino Vesubio.

Consultado acerca del acto que Villarruel encabezó este lunes en Buenos Aires, León Arslanian, jurista y exintegrante del tribunal que juzgó a los comandantes de las Juntas Militares de la última dictadura, mencionó que «siempre hubo reacciones negacionistas» ante los crímenes de lesa humanidad cometidos durante los años del terrorismo de Estado, pero afirmó que «la Justicia se pronunció sobre el tema» y agregó, en declaraciones a Radio Diez: «Debemos atenernos a eso, sobre todo por la institucionalidad».

En tanto, el camarista Alejandro Slokar opinó, en una entrevista concedida a Radio Nacional, que «la memoria colectiva tiene que conservarse y transmitirse» en el país «para que se sepa qué fue el terror» provocado por la última dictadura cívico militar, y aseguró que «negar o banalizar» genocidios, como el cometido en el país entre 1976 y 1983, «no puede ser inocuo» sino que debe «arrastrar consecuencias» porque afecta «la dignidad de las víctimas».

En tanto, Victoria Montenegro, nieta recuperada y diputada del FdT por la Ciudad de Buenos Aires, consideró que el acto negacionista encabezado por Villarruel constituyó «un intento» de establecer «un retroceso en materia de derechos humanos en la Argentina», y calificó de «muy peligroso» que el espacio que encabeza Milei acceda al gobierno tras las próximas elecciones nacionales del 22 de octubre.

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