Economía y vacunas, los factores clave de una campaña electoral atípica

Consultores analizan los elementos que pondrán los votantes en la balanza en unos comicios diferentes, atravesados por la pandemia

Por Mariano D’Arrigo

La confirmación de que las Paso serán el 12 de septiembre y las generales el 14 de noviembre despejaron las dudas sobre el calendario electoral, pero los interrogantes se centran ahora en cuál será el contexto sanitario y sobre todo económico de los comicios, qué factores pesarán más en la definición del voto y cómo será una campaña atípica por la pandemia y la crisis.

En principio, el corrimiento de las elecciones un mes para adelante, cuando debería haber más personas vacunadas y, espera el Frente de Todos, una recuperación económica encaminada, debería favorecer las chances electorales del oficialismo. Sin embargo, los consultores a los que La Capital preguntó su mirada del escenario de las legislativas plantean sus matices.

El politólogo Carlos Fara, director de Carlos Fara & Asociados, alerta que en la segunda mitad del año podrían registrarse las turbulencias típicas con el dólar de los años electorales. Además, indica, la vacunación podría naturalizarse y perder efecto político.

“Más gente vacunada debería generar menos estrés sobre el sistema sanitario y permitir que haya menos restricciones, lo que también influiría favorablemente sobre la economía, pero con los datos que tenemos ahora es muy difícil saberlo”, sostiene el especialista. Y agrega: “Pese a la mayor cantidad de vacunas y de cierta recuperación económica el gobierno no ha logrado remontar en aprobación. Esto tiene que ver con el ruido político que hay en el oficialismo”.

“Si el corrimiento del calendario tiene algún impacto será a favor del oficialismo, ya que le dará tiempo para una vacunación más extensa a nivel poblacional, con la posibilidad de dejar a un lado las restricciones y, por ende, potencialmente mejorar la evaluación de la gestión del Ejecutivo”, afirma la socióloga Celia Kleiman, directora de la consultora Polldata. Pero remarca: “Será de grado leve, no va a ser lo más relevante”.

Si el consenso es que la modificación del calendario beneficia al peronismo, ¿por qué acompañó Juntos por el Cambio la iniciativa? Porque era el mal menor, responde el politólogo Lucas Romero. “El gobierno tenía los votos para lograr algo mucho más inconveniente para la oposición: eliminar las Paso —analiza el director de la consultora Synopsis—. Los bloques minoritarios, por ejemplo el de Lavagna, tienen incentivos para eliminar las primarias y que el voto útil no les haga perder votos entre las Paso y la general”.

La economía primero

En cuanto a los factores que pondrán en la balanza los electores que no integran el núcleo duro de las dos grandes coaliciones, la situación es clara: los expertos acuerdan en que el bolsillo —la víscera más sensible, decía un viejo caudillo— será el factor dominante.

“Lo que más preocupa hoy y, por lo tanto, lo que mayor impacto tendrá, en la votación, es la situación económica, y recién después, lo sanitario —observa Kleiman—. Esto, obviamente, una vez conocidos los candidatos, ya que hoy solo se puede medir la intención de voto hacia el partido o coalición. Resta saber quiénes estarán detrás de la etiqueta”.

Para Fara, la evaluación del electorado de la economía no será sólo sobre la situación actual sino, especialmente, sobre las expectativas. Pero además, será un plebiscito de toda la gestión del gobierno. “El liderazgo del presidente se ha ido desdibujando en función de los permanentes conflictos con la vicepresidenta”, alerta.

Los datos del ultimo informe de Synopsis, elaborado en mayo, registra la misma tendencia: al 62,4% de las personas les preocupa más la economía, y al 35,6% el Covid.

Además, marca el estudio, grieta mata vacuna. Entre los votantes opositores, la imagen negativa del gobierno es casi tan alta entre los que se inocularon (85,0%) que entre los que aún no lo hicieron (89,4%).

El panorama luce inquietante para el gobierno: entre julio de 2020 y mayo de 2021 el porcentaje de personas encuestadas que dijo que si las Paso fueran hoy votaría al Frente de Todos cayó del 38,6% al 29,7%. No sólo eso: casi 1 de cada 3 votantes (el 29,6%) de Alberto Fernández en 2019 dijo que hoy se inclinaría por otra fuerza política.

También para Romero la clave del proceso electoral será la economía. En particular, un elemento corrosivo para la imagen del gobierno: la inflación.

Para el director de Synopsis, Lucas Romero, la oposición atraviesa un período de confusión.

Narrativas

Según Kleiman, cualquier campaña deberá tomar nota de la irritabilidad del electorado y ser extremadamente cuidadosa. “Descontadas las promesas a nivel económico, que ya no generan credibilidad, la gran incógnita es quién arrastrará a los núcleos más lábiles por fuera de los segmentos duros de adherentes”, dice la consultora. Y agrega: “En este caso, el mensaje más adecuado deberá transitar un tono conciliador, buscando armonizar antes que exacerbar los antagonismos”.

Romero considera que la disputa entre las narrativas pasará por cómo se explica el mal momento que atraviesa la sociedad en términos sanitarios y, sobre todo, económicos.

“Cuando los gobiernos no logran satisfacer las demandas desde la gestión, la estrategia es buscar la mejor excusa para explicar esa ausencia de resultados. En general el factor exculpatorio es la herencia, y ahora será la pandemia”, cree el especialista, que ve al oficialismo con mayor claridad y a la oposición dominada por la confusión. “La oposición todavía no encontró la forma para que las responsabilidades de la gestión sanitaria sean achacados al gobierno ni para sacar rédito de la situación económica”, remarca.

Lo cierto es que se tratará de una campaña diferente. “Habrá menos contacto físico, menos recorrida territorial y más actividad en redes”, proyecta. Sin embargo, la experiencia reciente en América Latina reflejó procesos electorales más parecidos a los tradicionales: “Bolivia, Ecuador y Perú mostraron campañas diferentes a las que uno imaginaba en función de la pandemia, y que tiene que ver con cuánto miedo le tiene la gente al contagio y cuánto respeta cada cultura la distancia social”.

Fuente: lacapital.com.ar

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