Francia espera «seis meses muy difíciles» y suma 4.000 camas de hospital

Desde hace semanas, su segunda ola de contagios muestra señales de agravamiento constante, lo que llevó a las autoridades a poner en estado de alerta máxima a París y Marsella.

Francia enfrentará «seis meses muy difíciles» de agravamiento de una crisis sanitaria por coronavirus que en el mejor de los casos empezaría a remitir recién a mediados del año que viene, y próximamente sumará 4.000 camas en los hospitales para rebajar la presión del sistema de salud, dijeron hoy autoridades y científicos del Gobierno.

«La población debe entender que estamos en un fenómeno de medio y largo plazo» y que la situación actual va a durar todo el invierno y la primavera «hasta el verano próximo», dijo el presidente del consejo científico instituido por el Gobierno francés para el coronavirus, Jean-François Delfraissy en una entrevista con el canal BFM TV.

El científico, sin embargo, se mostró esperanzado de que el próximo verano, en junio de 2021, la incidencia de la epidemia acabará por atenuarse por causas naturales, pero también porque de aquí a entonces se puede esperar que haya vacunas y tratamientos preventivos eficaces, según dijo, citado por la agencia de noticias EFE.

Francia es el décimo país más afectado por la pandemia de coronavirus, con 711.704 contagios en total y 32.539 fallecidos.

Desde hace semanas, su segunda ola de contagios muestra señales de agravamiento constante, lo que llevó a las autoridades a poner en estado de alerta máxima a París y Marsella días atrás y a sumar a ese marco de excepción, desde mañana, a otras cinco de las mayores ciudades del país.

En las zonas en alerta máxima, los bares están cerrados y los restaurantes, aunque pueden abrir tienen que funcionar con unos protocolos más estrictos: separación de mesas y un máximo de seis comensales, según anunció ayer el ministro de Salud, Olivier Véran, horas después de que se anunciara un récord de 18.129 casos en las 24 horas previas.

Hoy, Véran anunció que se sumarán 4.000 nuevas camas en los hospitales para hacer bajar la presión a la que están sometidos por la crisis del coronavirus.

Durante una visita al hospital de Trévenans, en el este del país, el ministro dijo a periodistas que se dedicará una partida de 50 millones de euros a la entrada en servicio de esas 4.000 camas a partir de diciembre, «y si hace falta antes».

Insistió en que es una urgencia para responder a la creciente demanda y en que hay que abrirlas «cuando sea necesario y volverlas a cerrar si la presión sanitaria disminuye».

El anuncio llega un día después de que en la región de París se activara un dispositivo de urgencia en sus centros sanitarios que ya estuvo en vigor durante la primera ola de la epidemia para organizarse ante el aumento de enfermos de Covid-19.

Con ese dispositivo se pueden desprogramar ciertas actividades (como operaciones o consultas que no tienen carácter urgente), reorganizar los recursos humanos o restablecer cooperaciones entre clínicas públicas y privadas.

En París y su región, más del 40% de las plazas de UCI ya están ocupadas por pacientes con coronavirus. El director de su Agencia Regional de Sanidad, Aurélien Rousseau, teme que en los próximos 15 días se pueda superar el umbral del 50%.

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