Hamas acusa a la ONU de colusión con Israel en el «desplazamiento forzado» de civiles gazatíes

El Gobierno del movimiento palestino Hamas acusó hoy a la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) de haber «coludido» con Israel para el «desplazamiento forzado» de la población del norte al sur de la Franja de Gaza.

«La Unrwa y sus dirigentes son responsables de esta catástrofe humanitaria, (ya que se) plegaron desde el primer momento a los dictados de la ocupación (israelí), abandonando sus posiciones y renunciando a su responsabilidad ante centenares de miles de habitantes» del norte de Gaza, afirmó el jefe del servicio de prensa del Gobierno de Hamas, Salama Maruf.

También acusó a la Unrwa de dejar a la población palestina «sin hogar, sin agua, sin comida ni tratamiento» y de «hacer oídos sordos ante los gritos de dolor y de sufrimiento», según recogió la agencia de noticias AFP.

Según Maruf, «el hecho de que la Unrwa y sus funcionarios no desempeñen el papel que les corresponde constituye una colusión clara con la ocupación y sus planes de desplazamiento forzado».

Las autoridades israelíes instaron pocos días después del inicio de la guerra, el 7 de octubre, a la población del norte de la Franja de Gaza a partir hacia el sur del territorio palestino, en el marco de su campaña de bombardeos contra Hamas.

Según Naciones Unidas, 1,5 millones de los 2,4 millones de habitantes del enclave abandonaron sus hogares desde que comenzó el conflicto.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó hoy sobre un drástico aumento de los palestinos desplazados desde el norte de la Franja de Gaza durante la jornada de ayer.

«La sobrepoblación sigue siendo una gran preocupación», alertó la OCHA, que hizo hincapié en que «más de 557.000 personas están refugiadas en 92 instalaciones de la Unrwa en el sur, donde los refugios no pueden seguir recibiendo nuevas llegadas».

La Unrwa proporciona servicios educativos, sanitarios y sociales, de microfinanciación, de mejora de los campamentos y de ayuda de emergencia a millones de refugiados en la Franja de Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria.

La agencia afirma que ya no puede ayudar a los miles de desplazados, entre ellos los que se refugian en las escuelas que gestiona en el norte de la Franja.

Según su último balance, 89 de sus empleados murieron en el enclave controlado por Hamas.

El Ejército de Israel ha reclamado en varias ocasiones a los palestinos residentes en el norte de la Franja que se desplacen hacia el sur del enclave, en medio de denuncias sobre la ausencia de condiciones para hacerlo de forma segura y sobre que este hecho supone un desplazamiento forzoso de población.

Israel lanzó su ofensiva tras los ataques del 7 de octubre, que se saldaron con cerca de 1.400 muertos, la mayoría civiles, y más de 240 secuestrados, entre ellos una veintena con nacionalidad argentina.

Las autoridades de la Franja, controlada por Hamas, confirmaron hasta la fecha más de 10.500 muertos, incluidos más de 4.300 niños, mientras que más de 160 palestinos murieron a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.

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