Indagan al comisario mayor Centurión en la causa por el crimen de Lautaro y la desaparición de Lucas

El comisario mayor Francisco Centurión, detenido el lunes el marco de la causa por la desaparición de Lucas Escalante y el crimen de su amigo Lautaro Morello, en diciembre del año pasado en el partido de Florencio Varela, será indagado hoy ante el fiscal de la causa, mientras se aguarda las pericias a los teléfonos celulares secuestrados en distintos allanamientos, informaron fuentes judiciales.

Los voceros confirmaron a Télam que la indagatoria a Centurión será cerca de las 11 ante el fiscal Daniel Ichazo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Berazategui, por los delitos de “sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia”.

Centurión, que fue desafectado de la fuerza por decisión de la Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, será trasladado desde la Alcaidía de la Policía Federal Argentina (PFA) del barrio porteño de Palermo hacia la sede judicial, ubicada en Calle 14 al 3700, de Berazategui.

El padre y tío de Cristian y Maximiliano Centurión, los principales detenidos en la causa, resultó herido de un tiro en un tobillo cuando el lunes pasado intentó fugarse de los policías federales que fueron a detenerlo a su casaquinta de la localidad de La Capilla, en el partido de Florencio Varela.

A raíz de ello, recién ayer martes fue dado de alta luego de permanecer en observación y con custodia policial en el Hospital Maternal «Mi Pueblo», donde fue trasladado tras ser baleado.

Tras ser detenido, el fiscal Ichazo ordenó una serie de seis allanamientos en lo que se secuestraron teléfonos celulares a Centurión y a algunas personas de su entorno, como así también pertenencias del ahora expolicía que le hacen creer a los investigadores que tenía «un plan de fuga».

Aparte del celular que llevaba consigo, los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal (PFA) que concretaron su detención y realizaron los allanamientos secuestraron en un auto marca Citröen de un amigo de su hija que llegó a la casaquinta de La Capilla, unos 8.845 dólares, y en un bolso hallado en una de las propiedades de su actual novia, un bolso que contenía el pasaporte de Centurión, un celular nuevo y otros 6.107 dólares.

«Creemos que tenía todo preparado para poder profugarse. Secuestramos casi 15.000 dólares a su disposición», dijo a Télam un jefe policial que participa de la investigación.

También fueron incautados por orden judicial los celulares de la novia, la expareja y de las dos hijas del comisario mayor, como así los de su hijo Cristian y sobrino Maximiliano Centurión, detenidos en penales de Magdalena.

«Ninguno quiso desbloquear el celular», confió una fuente de la causa, que confirmó que ahora se mandaron a peritar todos esos dispositivos.

La casaquinta donde ayer fue detenido Centurión -quien durante años jefe de la Delegación Drogas ilícitas de Quilmes y que al momento de la desaparición de Escalante y Morello se desempeñaba en el área de enlace con Interpol-, ya había sido allanada en varias oportunidades por los investigadores, ante la sospecha de que allí pudieron haber sido privadas de la libertad las víctimas.

Por la desaparición de Lucas y el homicidio de Lautaro, además de los ya mencionados Cristian y Maximiliano Centurión, también está apresado el exjefe de la seccional de Bosques, comisario Sergio Enrique Argañaraz, por el encubrimiento del caso.

Lucas fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Lautaro (18) para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.

El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, «semicalcinado y en avanzado estado de descomposición» y, según la autopsia, la muerte se produjo por «asfixia mecánica».

El último destino en el que quedó acreditado que estuvieron los dos amigos, en base a la declaración de testigos y por el análisis de antenas de celular y cámaras de seguridad, fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en La Capilla.

Si bien el móvil del hecho aún no está esclarecido, una de las hipótesis que se investiga es que los dos principales imputados detenidos por el caso, Cristian y Maximiliano Centurión, le ofrecieron como anzuelo a las víctimas los vales de nafta gratuitos que tiene la policía bonaerense para abastecer los móviles de combustible.

En una cámara de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian Centurión cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que, se sospecha, pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.

Según el dictamen donde pidió su detención, el fiscal Ichazo sostuvo que el comisario mayor Centurión «se suma al plan de su hijo y sobrino, manteniendo privado de su libertad a Lucas Escalante por al menos un lapso mayor a un mes» y presume que el joven aún buscado sufrió una «muerte violenta».

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