Las dos caras de ByteDance

ByteDance tiene su aplicación estrella con dos caras: la occidental, TikTok, y la que funciona en China, llamada Douyin. La razón tiene que ver con la amenaza que Estados Unidos ve en el gobierno del gigante asiático y que va mucho más allá de una aplicación. Hace tiempo que la administración norteamericana quiere desterrar la app china.

En junio, la Comisión General de Comunicaciones (FCC) solicitó a Apple y Google que la eliminaran de sus tiendas aduciendo que ByteDance tenía acceso a los datos de los usuarios de EE UU, pero no sucedió: los gigantes de tecnología no responden a la FCC, y esta no tiene potestad para sacar una app.

TikTok asegura hace años que los datos de los usuarios no pueden ser interceptados desde China, y no solo mostró diferentes tipos de garantías para responder la acusación, sino que lleva invertidos millones de dólares en defenderse.

Pero la historia se reescribe cada semana. Un reciente informe de BuzzFeed descubrió que, si lo deseaban, los empleados de la empresa sí podían consultar los datos de usuarios norteamericanos que no fuesen públicos.

Sin embargo, a partir de la asociación de ByteDance con Oracle, los datos de los usuarios de Estados Unidos de TikTok están siendo migrados a la nube de la corporación con sede en Austin, Texas, que empezó una auditoría para asegurarse de ello. Son todas empresas valuadas en billones de dólares, pero que manejan algo más importante que el dinero: los datos de las personas.

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