llegaste, amor

Llegaste cuando no te esperaba.
Vivía en mi jaula, cerrada al amor, existiendo en la nada.
Cuando pensé que nada quedaba en mí
que todo había terminado
que para mí nunca habría amor,
de esos de las canciones y las poesías, de esos que no son reales, y menos para mí.
Apareciste tú, amor, entre el viento y la espuma.
Eras lo que siempre esperé, aquel hombre sin rostro
que bailaba conmigo con la música de Chopin.
Te amaba tanto sin conocerte
pensé que solamente vivías en mi mente.
Sin avisar llegaste a mi vida como un vendaval
como una tormenta, como una noche de estrellas
como una caricia secreta del viento, de esas que te erizan la piel.
Te adueñaste de mi mente, te colaste en mi ser.
Te hice el amor sin tocarte, sentí tus besos, respiré tu aroma y bebí tu miel.
En tus brazos me perdí en mis sueños, en tus brazos encontré el amor
que nunca pensé existiese, porque siempre sólo amé el amor.
Un amor que era quimera, un amor que no era real.
Pero llegaste, amor, y derribaste mis barreras.
Apareciste y te tuve que aceptar, porque eras tú mi amor soñado
porque eras tú mi amor veraz.