Los 40 años del Sindicato de Amas de Casa y la lucha por el reconocimiento del trabajo en el hogar

(Por Marina Jiménez Conde).- Los logros del Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (Sacra), que incluyen la «constitución de la identidad colectiva» de las mujeres en el hogar como trabajadoras, la organización alrededor de ese gremio, la lucha por el salario y la jubilación, y la celebración de la creación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), están plasmadas en la publicación «Las amas de casa rompieron el silencio» presentada a fines del mes pasado para conmemorar los 40 años de existencia de esa agrupación.

«Fue tomando forma entre nosotras el comprender la situación de discriminación hacia las mujeres: somos el único sector social que trabaja sin que se considere trabajo lo que hace, sin que se remunere, sin que se valorice», rememoró la secretaria general de Sacra, María Lucila ‘Pimpi’ Colombo, sobre lo que motivó la creación del sindicato, el 12 de marzo de 1983, todavía en dictadura militar.

Las mujeres agrupadas retomaron lo escrito por Eva Perón en el libro «La razón de mi vida», donde advertía: «La madre de familia está al margen de todas las previsiones. Es el único trabajador del mundo que no conoce salario, ni garantía de respeto, ni de límites de jornadas, ni domingo, ni vacaciones, ni descanso alguno, ni indemnización por despido, ni huelga de ninguna clase».

Allí mismo proponía: «Pienso que habría que empezar por señalar para cada mujer que se casa una asignación mensual desde el día de su matrimonio».

En una entrevista con Télam, Colombo advirtió que el «primer logro» de la organización fue retomar ese planteo para «conceptualizar» que el trabajo en el hogar «tuviera una remuneración», y lograr así, la «constitución de la identidad colectiva para una trabajadora que hasta que apareció Sacra estaba por su cuenta».

A partir de allí, dijo, al considerarse como «trabajadoras, como tales» podían «emular lo que hacen los otros trabajadores y constituir sindicatos».

Luego vino la discusión por el derecho a la jubilación que generó que en 1984 la Cámara de Representantes de Misiones aprobara una ley de Jubilaciones impulsada por el Sacra que no requería de aportes previos y que aún está vigente, y que generó normativas en la misma dirección en las provincias de Santiago del Estero, Catamarca y Entre Ríos, tal como celebra la publicación «Las amas de casa rompieron el silencio» de editorial Ciccus.

«La década del 80′ para nosotros fue la lucha por instalar la discusión sobre la jubilación. Teníamos ataque de feministas y machistas, más o menos por igual: unas decían que pagarle a las amas de casa era eternizarnos en la tabla de lavar y la cocina; y los otros decían que pedir que se nos pague por algo, que debe hacerse con amor, era una aberración», reprochó Colombo.

Otro avance fue la sanción de la Ley 24.828 en 1997, impulsada por la entonces diputada nacional y referente de Sacra, Nélida Parra, que reconocía como trabajadoras autónomas a las amas de casa y preveía un régimen de ahorro previsional para ese sector.

«La década del 90′ fue la de la consolidación nuestra como organización», evaluó Colombo y destacó la creación de la Obra Social del Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (Ossacra), la cual fue inscrita en el Registro Nacional de Obras Sociales el 8 de octubre de 1997.

«Tres años de gestiones para superar todos los obstáculos burocráticos que tenía el armar una obra social sindical para un sindicato que tenía personería social, pero no gremial, que tenía trabajadoras que trabajan todos los días, pero sin sueldo y sin empleador. Hubo que juntar de todo y recién en diciembre del 2000 inauguramos Ossacra cuando todo se venía para abajo», resumió la gremialista.

En tanto, consideró que la primera década del siglo «fue más de logros políticos» mientras «la organización gremial iba creciendo», y Sacra respaldaba la moratoria previsional que el entonces presidente Néstor Kirchner promovió en 2005 con la Ley 25.994.

Esa legislación, remarca la publicación de Sacra, significó la «jubilación de más de 2 millones de amas de casa».

Y el otro hito político que destacó Colombo fue la sanción, de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, del decreto 1602 que creó la Asignación Universal por Hijo (AUH).

«Nosotras respaldamos con las dos manos a la AUH porque significó democratizar el salario familiar, que hasta ese momento solo estaba para las familias de trabajadores registrados», remarcó, y consideró que ese beneficio, que lo recibe la madre del niño, «fue una primera aproximación al derecho a tener un salario para la ama de casa».

En su cargo como legisladora porteña (1997-2003), Colombo impulsó la sanción en el año 2003 de la Ley 1.168 -ya derogada- que ordenó al Gobierno porteño a elaborar encuestas para cuantificar el aporte económico de las amas de casa.

Esa norma fue un precedente para la sanción de la Ley 27.532, en 2019, para incluir en el sistema estadístico a las encuestas nacionales de Uso del Tiempo, que tiene por objeto recolectar y cuantificar con perspectiva de género información sobre la participación y el tiempo destinado por las personas a sus diferentes actividades de la vida diaria, desagregado por género y edad.

«Justamente de lo que se trataba con las encuestas de uso del tiempo era mostrar cuánto tiempo les insume a las mujeres la realización de tareas que son indispensables y aunque no se valorizan económicamente, porque no se pagan, se puede calcular su valor económico comparándolo por ejemplo con los salarios de las mujeres en promedio», explicó Colombo.

La dirigente gremial valoró la «participación política» que logró el Sacra en sus cuatro décadas de existencia, y ponderó tener «compañeras que ocupen una responsabilidad de gobierno para llevar nuestros temas a las decisiones políticas».

Entre ellas, actualmente la presidenta de Ossacra, Alejandra Vigo, se desempeña como senadora nacional; la exsecretaria general de Sacra, Élida Vigo, fue senadora nacional por Misiones entre 2005-2011; la vicepresidenta de Ossacra, Beatriz Mirkin, fue senadora nacional por Tucumán entre 2015-2021; y la integrante de Sacra María Esther Labado, fue senadora nacional por Santa Cruz entre 2011-2017.

Actualmente, el gremio cuenta con 130.000 afiliadas y tiene presencia gremial en 13 provincias, lo que propicia que en las próximas semanas solicite su incorporación plena en el orden nacional de la CGT.

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