Los subtes refugio de miles de civiles

La invasión comandada por Vladimir Putin contra el gobierno de Volodimir Zelenski, dejó una nueva y preocupante postal de las estaciones de metro de Ucrania, que fueron utilizadas como refugio ante la ofensiva Rusia.

La guerra entre Rusia y Ucrania llevo a que el gobierno de Volodimir Zelenski habilitara los túneles de los subtes de Kiev para que los ciudadanos se refugien ante un inminente bombardeo en la capital y otros centros neurálgicos de ese país de Europa del este. El conflicto armado comenzó en la madrugada de este jueves, pero la tensión entre ambas naciones creció durante los últimos días. En ese sentido, se dispusieron las construcciones y vagones del metro como un búnker improvisado.

Los videos de aquellos refugios se viralizaron a las pocas horas de que ocurrieran los primeros  bombardeos con misiles  en los alrededores de diversas ciudades ucranianas. En las imágenes pueden verse desde mujeres y hombres de todas las edades, así como niños y niñas aterrorizados, nerviosos y a la expectativa de lo que pudiese pasar en las próximas horas, ante una rendición del gobierno de Zelenski, frente a la invasión comandada por Vladimir Putin desde la nación vecina.

El principal objetivo de muchas personas es migrar hacia el oeste y poder salir del país hacia Polonia, en busca de un lugar más seguro para vivir este conflicto bélico. No obstante, las autopistas y rutas están colapsadas de la enorme cantidad tránsito. A los ciudadanos ucranianos se les hace casi imposible migrar no solo por ese motivo, sino por no saber qué es los que les espera una vez que logren llegar a las fronteras con los demás países de Europa.

Irónicamente, la estación de subte más conocida se llama Druzhbi Narodiv, que significa “amistad entre naciones».  La situación es aterradora según indicaron algunos refugiados a los medios internacionales y no entienden como un país «hermano» como muchos ucranianos consideran a Rusia, los haya tratado de esta manera tan hostil.

Además de miles de personas, en las vías y caminos del metro se pasean perros, gatos y todo tipo de mascotas que la gente llevó allí para su cuidado. Los refugiados se agolpan en ese búnker intentando pasar el rato con el entretenimiento que pueden dar los celulares. La gente mira películas, descarga videojuegos, escucha música o estudia para algún examen internacional, a la espera que el terror de una guerra cese tan rápido como se desencadenó.

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