«Me mato antes de entregarme», le dijo Pilepich a la dueña de la casa donde se escondía en Moreno

Una empleada del emprendimiento inmobiliario «Renacer», de General Rodríguez, fue imputada hoy por el presunto encubrimiento del crimen de Fernando Pérez Algaba, ya que en su vivienda de la localidad de Paso del Rey, en Moreno, fue detenido uno de los principales acusados del homicidio del empresario, Maximiliano Pilepich, quien le confesó a ella que prefería matarse antes que entregarse, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Blanca Gladys Cristaldo (58), quien fue indagada hoy por el fiscal del caso, Marcelo Domínguez, que le imputó el delito de «encubrimiento agravado por tratarse el hecho anterior un delito especialmente grave», aunque no la dejó detenida.

La fiscalía la acusó de haber alojado a Pilepich en su casa de la calle La Santa María al 2000, de esa localidad del oeste del conurbano bonaerense, al menos entre el domingo 13 de agosto y ayer, cuando el sospechoso fue detenido por personal de la policía bonaerense.

En su indagatoria, Cristaldo negó haber participado de un «encubrimiento» y, si bien admitió que estaba al tanto del crimen de «Lechuga» Pérez Algaba y de las sospechas que recaían sobre Pilepich, «por miedo» no supo «cómo manejarse».

Según su relato, ella mantenía una relación sentimental con el imputado y que la noche del domingo le dijo que la del crimen de Fernando «era una causa armada, que por favor lo bancara porque lo estaban persiguiendo porque lo querían matar» y que «cuando declare Matías Gil (otro de los detenidos por el crimen) la situación se va a aclarar».

Durante su indagatoria, Cristaldo reveló que ella intentó convencerlo de que tenía que entregarse, pero Pilepich le respondió: «Me mato antes de entregarme».

La mujer contó que estuvo presente en el emprendimiento «Renacer» el 18 de julio pasado, cuando Pérez Algaba fue visto por última vez con vida, y recordó que lo vio llegar en la camioneta Range Rover Evoque blanca con techo negro junto a Nahuel Vargas, y que Pilepich llegó luego, a bordo de la camioneta Mercedes Benz G500 negra.

Además, dijo que esa tarde filmó un video con su teléfono celular donde se podían observar los vehículos, al propio Pérez Algaba y hasta el perro Bull Dog llamado «Cooper» y que pertenecía al empresario luego asesinado, pero que se retiró del lugar a las 16.40 y ya no tuvo novedades sobre la víctima.

Cristaldo se convirtió en la octava persona imputada en el marco de la causa y la única que permanece en libertad, ya que los otros siete están detenidos acusados del delito de «homicidio cuádruplemente calificado por el uso de arma, alevosía, codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas».

Entradas relacionadas