Miles huyen del norte de Gaza y la ONU advierte que centros de acogida están sobrepoblados

Miles de palestinos huyeron hoy del norte de la Franja de Gaza, donde el Ejército israelí estrecha el «cerco» alrededor del movimiento islamista Hamas y combate contra sus milicianos cuerpo a cuerpo en el centro de la Ciudad de Gaza, mientras crecen los pedidos de treguas humanitarias y la ONU alertó que los centros de acogida están «sobrepoblados».

«Miles de habitantes del norte de la Franja de Gaza respondieron a los llamados del ejército israelí y se dirigen actualmente hacia el sur», declaró un portavoz del Ejército israelí, quien aseguró haber abierto hoy un corredor humanitario durante cuatro horas para el traslado de civiles hacia el sur del enclave.

Pese a la apertura del corredor, que tuvo lugar entre las 10 y las 14 (las 5 y las 10 de la Argentina), un vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel instó a los civiles a preocuparse por su propia seguridad, dejando entrever que los bombardeos continuarían.

El 70% de la población gazatí ha abandonado sus hogares, según cifras de la ONU.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó hoy sobre un drástico aumento de los palestinos desplazados desde el norte de la Franja de Gaza durante la jornada de ayer, en medio de la intensificación de la ofensiva militar israelí en la zona tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el movimiento islamista palestino Hamas.

Según la OCHA, se estima que «más de 15.000 personas» utilizaron ayer el «corredor» abierto por el Ejército de Israel para la salida de población hacia el sur del enclave, una cifra que «triplica la estimada» del día anterior.

«La mayoría, incluidos niños, ancianos y personas con discapacidad, llegaron a pie y con una cantidad mínima de propiedades. Algunos desplazados internos dijeron que tuvieron que cruzar puestos de control israelíes para llegar a la zona y que presenciaron arrestos por parte de las fuerzas israelíes», agregó.

El organismo señaló que «alrededor de 1,5 millones de personas» están desplazadas dentro de la Franja de Gaza, incluidas aproximadamente 725.000 personas que han buscado refugio en 149 instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa), mientras que 122.000 están en hospitales, iglesias y edificios públicos.

«La sobrepoblación sigue siendo una gran preocupación», alertó la OCHA, que hizo hincapié en que «más de 557.000 personas están refugiadas en 92 instalaciones de la Unrwa en el sur, donde los refugios no pueden seguir recibiendo nuevas llegadas».

Hamas, por su parte, acusó hoy a la Unrwa de haber «coludido» con Israel para el «desplazamiento forzado» de la población del norte al sur de la Franja de Gaza.

«La Unrwa y sus dirigentes son responsables de esta catástrofe humanitaria, (ya que se) plegaron desde el primer momento a los dictados de la ocupación (israelí), abandonando sus posiciones y renunciando a su responsabilidad ante centenares de miles de habitantes» del norte de Gaza, afirmó el jefe del servicio de prensa del Gobierno de Hamas, Salama Maruf.

Israel ha prometido «destruir a Hamas» en represalia por el sangriento ataque en su territorio el 7 de octubre, cuando combatientes del movimiento islamista se infiltraron en territorio israelí, mataron a unas 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, entre ellas una veintena de nacionalidad argentina. Entre los muertos en los ataques hubo más de 300 militares.

Desde entonces, el Ejército israelí bombardeó a diario la Franja, pese a los múltiples pedidos de tregua desde el exterior, y actualmente sus soldados se encuentran «en el corazón» de Ciudad de Gaza, declaró anoche el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.

Allí se encuentra, según él, el «centro» de Hamas. «Gaza es la mayor base terrorista jamás construida», aseveró Gallant.

Del lado palestino, al menos 10.569 personas, en su mayoría civiles y entre ellas más de 4.000 niños, murieron en los bombardeos israelíes, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, que es gobernada por Hamas.

El Ejército israelí difundió hoy imágenes en las que pueden verse tanques y topadoras avanzando entre las ruinas humeantes de Gaza.

Los soldados están operando en los edificios destruidos por los bombardeos, mientras en tierra se suceden explosiones y combates, dijo el Ejército en un comunicado.

En Ciudad de Gaza, la parte más densamente poblada de este territorio, donde barrios enteros quedaron reducidos a cascotes, muchos han permanecido y esperan aprovisionarse de agua.

«No habrá tregua humanitaria sin el regreso de los rehenes», reiteró Gallant, pese a los pedidos de la ONU, ONG y varios países occidentales un alto el fuego o una pausa en los combates, que permita entregar ayuda urgente tras el corte de suministro de comida, agua, electricidad y medicamentos.

La idea de un alto el fuego fue rechazada también por Estados Unidos, el principal aliado de Israel, que preconiza en lugar de esto «pausas humanitarias».

En esa línea, los cancilleres del G7, entre ellos el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reunidos hoy en Tokio, apoyaron la idea de «pausas y corredores humanitarios» en Gaza.

Igualmente afirmaron el «derecho de Israel a defenderse a sí mismo y a su pueblo, cumpliendo con la legislación internacional», y destacaron «la importancia de defender a los civiles».

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró hoy su negativa a un alto el fuego en Gaza sin la liberación de los rehenes en manos de Hamas, desmintiendo versiones sobre una tregua humanitaria mediada por Qatar.

«Quisiera poner fin a todo tipo de falsos rumores que nos llegan de todas partes y reiterar algo con claridad: no habrá un alto el fuego sin la liberación de nuestros rehenes», declaró Netanyahu.

Previamente, fuentes de Hamas habían asegurado a la agencia AFP que Qatar mediaba entre ese grupo palestino e Israel para la liberación de 12 rehenes, entre ellos seis estadounidenses, a cambio de «una tregua humanitaria de tres días»:

En las últimas semanas, Doha desempeñó un papel clave en las negociaciones para liberar a los rehenes, y consiguió que el grupo islamista soltara a cuatro de ellos, dos israelíes y dos estadounidenses.

Tras el avance de las fuerzas israelíes sobre Gaza, Netanyahu afirmó ayer que su país asumirá «la responsabilidad general de la seguridad» de la zona después de la guerra.

El ministro de Asuntos Estratégicos israelí, Ron Dermer, matizó hoy las declaraciones del premier y aseguró que éste «no habló de ocupar Gaza» después del fin de las hostilidades con Hamas, que gobierna ese territorio costero.

Sin embargo, cuando fue consultado sobre cómo ejercerá esta responsabilidad, Dermer -que participa como observador en el gabinete de guerra israelí- dijo que la cuestión está todavía abierta.

En este marco, Blinken llamó hoy a Israel a no ocupar el enclave palestino, del que los israelíes se retiraron unilateralmente en 2005.

En declaraciones a la prensa tras la reunión con sus pares del G7, Blinken dijo que no debería producirse «ninguna reocupación de Gaza después del conflicto».

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