En una nota con el portal Grupo La Provincia, el intendente de General Alvarado, Sebastián Ianantuony, se refirió a los preparativos en materia de salud, seguridad y nocturnidad en los municipios costeros de cara a la temporada de verano. «Hay muchísima preocupación por las fiestas clandestinas», advirtió.
–¿Cómo vienen los preparativos para la temporada?
-Estamos definiendo los últimos detalles, al final de la semana seguramente vamos a estar haciendo una presentación a la comunidad de todo lo que se ha trabajado en término de protocolos.
La semana pasada de hemos tenido reuniones con funcionarios de Provincia, el martes con Augusto Costa de Turismo (ministerio de Producción), y Carlos Bianco (jefe de Gabinete), el miércoles con Salvador Giorgi (Gabinete del ministerio de Salud), y el jueves acompañamos al ministro (de Seguridad) Sergio Berni en su visita a La Costa.
-La temporada por supuesto va a ser atípica, se espera un piso del orden del 30 o 35 por ciento de la afluencia turística, que es lo que ha pasado en otra parte del mundo. En este sentido somos optimistas y creemos que va a ser un poco más.
Será un verano que va a exigir del Estado provincial, nacional y municipal, una mayor presencia en materia de prevención. Hemos trabajado con un cuerpo de inspectores COVID para estar muy pendientes del cumplimiento de los protocolos, para que tantos turistas, como residentes, podamos disfrutar esta época tan linda del año y que no signifique un riesgo sanitario para la comunidad.
-¿Cómo está preparado el sistema sanitario ante posibles brotes de contagios?
-Venimos charlando con funcionarios de Provincia, la idea es trabajar con el nosocomio local, con la clínica privada, la Provincia va a bajar un centro de hisopados, una posta sanitaria, nosotros tenemos previsto establecer distintas postas sanitarias, tanto en la peatonal, como en lugares de acceso a la playa, en función de orientar e identificar eventuales contactos positivos, y en el caso de que haya algún potencial contagiado, derivarlo al centro de hisopados para confirmar eso.–¿Cómo vienen los preparativos para la temporada?
-Estamos definiendo los últimos detalles, al final de la semana seguramente vamos a estar haciendo una presentación a la comunidad de todo lo que se ha trabajado en término de protocolos.
La semana pasada de hemos tenido reuniones con funcionarios de Provincia, el martes con Augusto Costa de Turismo (ministerio de Producción), y Carlos Bianco (jefe de Gabinete), el miércoles con Salvador Giorgi (Gabinete del ministerio de Salud), y el jueves acompañamos al ministro (de Seguridad) Sergio Berni en su visita a La Costa.
-¿Qué características tendrá el Operativo Sol, reforzado con el control de protocolos?
-La temporada por supuesto va a ser atípica, se espera un piso del orden del 30 o 35 por ciento de la afluencia turística, que es lo que ha pasado en otra parte del mundo. En este sentido somos optimistas y creemos que va a ser un poco más.
Será un verano que va a exigir del Estado provincial, nacional y municipal, una mayor presencia en materia de prevención. Hemos trabajado con un cuerpo de inspectores COVID para estar muy pendientes del cumplimiento de los protocolos, para que tantos turistas, como residentes, podamos disfrutar esta época tan linda del año y que no signifique un riesgo sanitario para la comunidad.
-¿Cómo está preparado el sistema sanitario ante posibles brotes de contagios?
-Venimos charlando con funcionarios de Provincia, la idea es trabajar con el nosocomio local, con la clínica privada, la Provincia va a bajar un centro de hisopados, una posta sanitaria, nosotros tenemos previsto establecer distintas postas sanitarias, tanto en la peatonal, como en lugares de acceso a la playa, en función de orientar e identificar eventuales contactos positivos, y en el caso de que haya algún potencial contagiado, derivarlo al centro de hisopados para confirmar eso.
Vamos a trabajar mucho con el sector privado a través de la aplicación Cuidar Verano, para notificar que un grupo familiar o una persona ha sido identificada como positivo de COVID-19, y restringirle el acceso a los servicios turísticos para motivar el regreso a casa, a su lugar de origen donde las respuestas sanitarias tiene mayor capacidad de transitar la enfermedad con toda la atención posible.
-Con respecto a los horarios, ¿habrá restricciones o cronogramas?
-Eso fue planteado en la reunión del jueves con el ministro Berni, esta semana nos tocará trabajarlo todos los intendentes costeros y ponernos de acuerdo.
Con varios intendentes nos vinimos reuniendo desde junio para pensar el verano, municipios como Villa Gesell, La Costa, Mar Chiquita, Punta Indio y Monte Hermoso, tenemos una posición definida, habrá que llevarla a debate con el resto de los intendentes y fijar un criterio común, para que cada uno pueda tener la tranquilidad de que esto no genere que chicos y chicas, buscando extender la noche, transiten por las rutas interdistritales en situaciones que no queremos, como accidentes y otro tipo de cuestiones.
Por eso es fundamental conciliar y llegar a un acuerdo con respecto al tema de un horario unificado. Ya hay un horario histórico, que es el de las 4:30 de la mañana para el cierre de canillas, eso está fijado por ley, el debate es si la noche se puede acortar una hora más.
-Trascendió que el gobierno bonaerense había aprobado para las ciudades costeras turísticas, el funcionamiento de boliches al aire libre con protocolos, ¿cuál es su postura en este sentido?
-Fue una de las cuestiones de debate el día jueves, hay muchísima preocupación con respecto a las fiestas clandestinas y hay un común acuerdo entre todos los intendentes de que tenemos que generar los espacios para que la juventud se encuentre de manera cuidada, sabiendo que se aplican los protocolos.
Entendemos que la nocturnidad, como estuvo prevista hasta el momento no es viable, estamos yendo hacia opciones más creativas como el encuentro de jóvenes en espacios al aire libre de un modo controlado, para evitar que proliferen las fiestas clandestinas, que evaluamos que es mucho peor que encerrarlos en un espacio cerrado como un boliche.
Se está trabajando en una modalidad de comercialización de livings, donde se alquila un espacio con música, con acceso a bebidas, pero evitando el espacio cerrado.
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