Pensar en la costa bonaerense remite a una riqueza insoslayable, un espejo de agua es una fuente de crecimiento y de avance en la vida de una sociedad.
El puerto, históricamente, fue el eje fundamental para la formación de las sociedades modernas. La actividad fluvial favorece al desarrollo, a la industria y al progreso de una comunidad.
La regulación, la implicancia y la autoridad del Gobierno de la Provincia sobre sus costas es de carácter esencial, ineludible para la Región y sus habitantes.
A partir de la ley 24.093 se redefinió el rol del Estado nacional y del provincial; el primero se desprendió de su carácter de operador directo de los puertos y asumió el rol de fiscalizador del sistema portuario y autoridad de aplicación de la ley Nacional, transfiriendo la titularidad de todas las unidades portuarias a las provincias para que las administren y exploten sin casi ningún condicionamiento, más allá de los que inicialmente se incorporaron a las actas correspondientes.
La participación del Estado Provincial en el ámbito portuario como operador directo de los puertos, tal como ya se expresara, fue el objeto central de la transferencia (desde la Nación), pero claramente no agota su incumbencia. Aparece un nuevo cometido del Estado provincial con relación a la materia portuaria, ya no como un operador más del sistema –el más importante del mismo- derivado de su condición de “titular” de varios puertos, sino como autoridad pública impulsora, ordenadora y fiscalizadora de toda la actividad, siempre en el ámbito de su competencia local.
El proyecto que presentamos en la cámara de diputados viene a suplir este vacío legal que más que una ausencia de legislación implica también la falta de un proyecto provincial que piense en conectarse con el mundo desde su propio territorio.
El debate de este proyecto es tan necesario como el desarrollo productivo de cada región de la Provincia. Así, nuestro vasto y rico territorio debe conectarse con una adecuada infraestructura portuaria que permita llevar al mundo el trabajo argentino.
En nuestra ciudad hace más de un año, el Arzobispo de La Plata remarcó con énfasis la importancia de darle un fuerte impulso de reactivación al puerto de La Plata como eje de un proyecto de despegue y desarrollo productivo de nuestra región.
Más que una opinión comunitaria, esa nota, lleva implícita una gran dosis de sabiduría, que aumenta aún más por la gran oportunidad que se le presenta a nuestra región capital de la Provincia y su puerto, como principal alternativa al histórico puerto de la ciudad de Buenos Aires, hoy saturado. La cercanía entre ambas capitales (la nacional y la provincial) otorga ventajas significativas al puerto de La Plata para operar gran parte de los productos que se concentran en el viejo puerto de Buenos Aires.
Una sociedad próspera es aquella que sabe reconocer su abundancia, sus virtudes y su cuidada explotación en función del bien común.
Consolidar las bases de unión con nuestros puertos, reactivar sus actividades y otorgarle vida es un desafío propicio para lograr una Provincia de cara al futuro.
Para Diario El Dia LP
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