Presidente alemán pide en Sicilia un reparto equilibrado de los migrantes que llegan a Europa

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, pidió hoy en Sicilia un reparto equilibrado de los migrantes en Europa, tras un fuerte aumento de las llegadas por mar al sur italiano.

Steinmeier llegó hoy a Italia para una visita de tres días, que comenzó con una reunión en la isla del sur, en donde se reunió con el jefe de Estado italiano, Sergio Mattarella.

Antes de la reunión bilateral, Steinmeier concedió una entrevista al diario italiano Corriere della Sera, en la que dijo que Alemania e Italia se encontraban «al límite» de sus posibilidades respecto a la recepción de refugiados, cuya mayoría ingresa por el sur italiano a través del mar Mediterráneo.

El presidente resaltó que Alemania había recibido más de un tercio de todas las solicitudes de asilo tramitadas en la Unión Europea (UE) y añadió que más de un millón de refugiados procedentes de Ucrania ya viven en Alemania.

«Alemania, como Italia, está al límite de sus capacidades, por eso tengo muy en cuenta los fuertes gritos de ayuda procedentes de Italia, pero también los de las ciudades alemanas», explicó Steinmeier.

«Necesitamos un reparto justo en Europa y que se refuercen los controles y la vigilancia de nuestras fronteras exteriores», declaró durante la entrevista con el diario italiano.

«Todos debemos esforzarnos para que las cargas sigan siendo soportables y el número de llegadas vuelva a disminuir», dijo el dirigente alemán, quien abogó por un reparto equitativo de en la Unión Europa y un control y vigilancia más estrictos de las fronteras exteriores europeas.

Steinmeier viajó a Italia para entregar un premio, junto a su homólogo italiano, para reforzar los lazos bilaterales; pero mañana también visitará -de forma privada- una ONG de ayuda a los migrantes, informó la agencia de noticias AFP.

Alemania anunció a mediados de la semana pasada que dejaba de aceptar a solicitantes de asilo procedentes de Italia a través del mecanismo de acogida voluntaria, al alegar que el país mediterráneo se niega a readmitir a personas bajo los términos del Convenio de Dublín.

Este reglamento estipula que los migrantes deben llevar a cabo el procedimiento de acogida en el primer país de la UE al que arriben, y aquellos que intenten presentar su solicitud en otro país del bloque pueden ser devueltos al país en el que se registraron por primera vez.

Según el Ministerio de Interior italiano, más de 130.000 personas llegaron a las costas italianas en lo que va de año. El año pasado, lo hicieron 68.200 en el mismo periodo.

Alemania también tiene una «fuerte inmigración», sobre todo de ucranianos, declaró Steinmeier, que reclamó «soluciones europeas humanas y duraderas».

«Debemos hacer de todo para que las cargas sean soportables y que disminuya el número de llegadas», agregó.

La semana pasada, Alemania decidió suspender la acogida voluntaria de solicitantes de asilo procedentes de Italia, prevista en los acuerdos europeos, debido a la «fuerte presión migratoria» y a la negativa de Roma a aplicar esos mismos acuerdos.

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