Zelenski exige a Rusia frenar el chantaje nuclear al hablar ante el Consejo de Seguridad de la ONU

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, exigió hoy que Rusia «detenga el chantaje nuclear» y se «retire por completo» de la planta de Zaporiyia que ocupa desde marzo, al hablar por videoconferencia en una reunión especial del Consejo de Seguridad de la ONU por los seis meses del comienzo de la invasión.

El mandatario planteó que sea el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) quien tome el control de la central nuclear de Zaporiyia, considerada la más grande de Europa y escenario recientemente de bombardeos.

Esa agencia de la ONU, liderada por el argentino Rafael Grossi, negocia con ucranianos y rusos el posible envío de una misión a la zona, preocupada por los posibles efectos de la escalada de tensiones.

Según Zelenski, una misión de expertos de la agencia debería empezar a controlar las instalaciones «cuanto antes» y de forma permanente, consignó la agencia de noticias Europa Press.

El mandatario ucraniano acusó al Kremlin de perpetrar un «chantaje nuclear» e instó a sus fuerzas a retirarse completamente de la central, situada en el sureste de Ucrania.

Rusia presentó una moción para tratar de impedir que Zelenski hablase ante el Consejo de Seguridad, pero 13 de los 15 Estados miembros respaldaron la intervención del presidente de Ucrania.

El embajador ruso, Vasili Nebenzia, alegaba que Zelenski debería haber acudido en persona, ya que nada le impedía viajar a Nueva York.

La reunión se inició con las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, que lamentó el «trágico» hito de llevar seis meses en guerra y alertó de la «peligrosa escalada» que se vive en ciertas zonas, entre ellas la central de Zaporiyia.

Guterres, que la semana pasada visitó Ucrania y comprobó en el terreno avances en aspectos clave como la exportación de cereales, señaló ante el Consejo de Seguridad que el progreso en aspectos humanitarios no oculta que «los combates no muestran signos de terminar».

El jefe de Naciones Unidas se mostró «profundamente preocupado» por la situación en Zaporiyia y advirtió: «Cualquier acción que pueda poner en peligro la integridad física o la seguridad de la planta es inaceptable».

Guterres también lamentó el trato infligido a los prisioneros de guerra y abogó por esclarecer lo ocurrido en el bombardeo a una cárcel controlada por fuerzas prorrusas en el este de Ucrania.

La ONU anunció el envío de una misión a Olenivka, localidad en la que se encontraba la prisión, para «establecer los hechos».

«Esta misión debe poder llevar su trabajo de forma libre», reclamó el portugués, que aspira a que sus enviados puedan visitar todos los lugares y recabar todos los testimonios que consideren oportunos.

Por último, Guterres felicitó a Ucrania por su Día de la Independencia y señaló que su población «necesita paz ya».

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