Autoridades alemanas estiman ahora en más de 10.000 las personas que recibieron inyecciones con solución fisiológica, en lugar de la vacuna contra la Covid-19, las cuales fueron proporcionadas por una enfermera que argumentó rellenar las jeringas por miedo a ser despedida luego de que se le cayera un frasco con el fármaco en un centro de vacunación de Frisia, en el estado federal de Baja Sajonia.
A fines de abril se conoció que la enfermera de 40 años reemplazó el medicamento por el suero fisiológico en seis ocasiones, alegando que supuestamente no quería comunicar que se le había caído al suelo una ampolla con el fármaco.
Pese a que le contara a una colega lo ocurrido, quien posteriormente informó a las autoridades y desencadenó su despido de la Cruz Roja Alemana, la enfermera afirmó que se debió a «hechos puntuales» y que en ningún caso fue una acción masiva o por motivos políticos, según el medio español La Vanguardia.
Hasta hoy se calculaba en unos 8.550 el número de afectados pero las autoridades alemanas estiman ahora en más de 10.000 las personas susceptibles de haber recibido esta inyección con suero en Frisia.
Según su abogado, la mujer trató simplemente de compensar con la solución fisiológica parte de la vacuna que se le derramó, por miedo a que este supuesto error causara su despido.
El caso desencadenó un escándalo en la región afectada, cuyas autoridades debieron localizar y comunicar a los afectados la necesidad de recibir otra dosis, ya que de otro modo no se puede garantizar que tengan la máxima inmunidad posible.
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