Amnistía difundió una Guía para Periodistas, a seis meses de la aprobación de la ley, que considera que penalizar a una mujer por realizarse un aborto es desproporcionado y discriminatorio.
Argentina es uno de los 50 países que en los últimos 25 años se sumó a la tendencia global orientada a la despenalización y legalización de la interrupción del embarazo, que considera que penalizar a una mujer es desproporcionado y discriminatorio, informó Amnistía Internacional Argentina.
Amnistía difundió este martes una Guía para Periodistas a 6 meses de la aprobación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que se cumplen este 30 de junio.
En el documento aportó un contexto internacional donde recordó que los abortos inseguros son la tercera causa de muerte materna en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Cuando los gobiernos restringen el acceso al aborto las personas «se ven obligadas a recurrir a prácticas inseguras, lo cual puede tener consecuencias fatales», resaltó la organización internacional.
Las cifras indican que aproximadamente 47.000 mujeres mueren cada año en el mundo tras practicarse abortos en condiciones de riesgo.
En los países donde el aborto está permitido por la ley y el personal de salud está capacitado para ofrecer servicios seguros, la tasa de mortalidad por estas prácticas es baja: de 0,2 a 2 muertes por cada 100 mil abortos.
Por eso, en los últimos 25 años, más de 50 países, como Estados Unidos, Canadá, Australia, China, Sudáfrica Uruguay y Argentina, modificaron su legislación para permitir mayor acceso al aborto y a la atención posterior a la práctica, reconociendo que el acceso al derecho, sin riesgos, es «fundamental para la protección de la vida y la salud de las mujeres».
Los últimos cambios se dieron en 2018 cuando Irlanda del Norte despenalizó la práctica, luego en marzo de 2020 lo hizo Nueva Zelanda sin restricción en cuanto al motivo durante las primeras 20 semanas de gestación.
El 30 de diciembre 2020 Argentina legalizó el aborto, reconociendo el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo sin expresión de motivos, hasta la semana catorce, y a la interrupción legal (ILE) cuando el embarazo es resultado de una violación o si está en peligro la vida o salud de la persona gestante.
En tanto, este año entró en vigor la despenalización del aborto en Corea del Sur y en abril último la Corte Constitucional de Ecuador lo despenalizó en casos de violación.