Andrea Flavia Jordan, la agente inmobiliaria responsable de gestionar el alquiler de la casa donde murió Diego Maradona, dio su testimonio en la quinta audiencia del juicio. Durante su declaración, se evidenciaron inconsistencias y contradicciones respecto a lo que había manifestado ante los fiscales en 2021. En un momento tenso de la audiencia, el juez Maximiliano Savarino le advirtió: «Tiene que decir la verdad».
En su declaración original, realizada meses después del fallecimiento de Maradona, Jordan había señalado que el exfutbolista y su hija Gianinna eligieron la propiedad ubicada en el barrio San Andrés tras su externación de la clínica de Olivos. Además, afirmó entonces que el contrato de alquiler lo había firmado Jana Maradona.
“A Diego le pasé todo lo que había. La última videollamada (para mostrar la casa) fue con Diego”, había declarado Jordan en su testimonio inicial.
Sin embargo, en la audiencia de hoy ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, la testigo se mostró visiblemente nerviosa y cambió su versión.
Jordan explicó que cuando mencionó haber hablado con «Diego», en realidad se refería a «todo el clan Maradona». También rectificó su afirmación anterior sobre la videollamada y aclaró que no podía asegurar que Maradona estuviera presente en ella.
“El último llamado fue con Maximiliano Pomargo (acompañante terapéutico de Diego). Me había dicho que estaba con Diego y Gianinna. No vi el rostro exacto”, sostuvo la agente inmobiliaria.
“Me habían dicho que estaban Diego y Gianinna en la videollamada. Que iban a ser los que dieran el ok final de la casa. Ellos participaron de la videollamada, pero no hablaron conmigo. Yo creo que era así, no les pedí el documento”.
En la sala se vivió un momento de tensión cuando Fernando Burlando, solicitó exhibir la declaración inicial de Jordan para resaltar las contradicciones. “Tendría que aclarar la verdad”, expresó.
Jordan justificó los cambios en su testimonio alegando problemas de memoria y aseguró sentirse atacada por el abogado. “Me parece que es un ataque. Yo me olvido, tengo 55 años y yo le doy mi apreciación que hice las cosas lo mejor posible”, manifestó. También se disculpó diciendo: “Me expresé mal. No sé a qué parte le conviene”.
El juez Savarino le recordó a la testigo que el falso testimonio constituye un delito y enfatizó la importancia de declarar con veracidad: “Usted tiene que decir la verdad”.