Centroderecha y centroizquierda trabajan para proponer a una mujer como presidenta de Italia

La centroderecha y la centroizquierda italiana debaten la posibilidad de acordar un «nombre compartido» de una dirigente para proponerle mañana a los 1.009 «grandes electores» del Parlamento que deberán votar la sucesión de Sergio Mattarella en la Presidencia de la República, luego de dos intentos fallidos este viernes que se agregan a las otras cuatro votaciones sin acuerdo desde el lunes.

«Invitamos a los partidos a tener la sensibilidad de dialogar sobre el nombre de una mujer», planteó esta noche el presidente del centroizquierdista Movimiento Cinco Estrellas, Giuseppe Conte, al confirmar los diálogos entre los dos grandes bloques del país para tratar de sacar al Parlamento de la parálisis en la elección del próximo presidente, que este año por primera vez en la historia podría ser una mujer.

Desde la centroderecha, el líder de la Liga Matteo Salvini reconoció al mismo tiempo que se trabaja «por una mujer presidenta» y buscará «que mañana se cierre» la votación. Según fuentes parlamentarias, la Liga buscará impulsar a la diplomática y responsable de los servicios secretos Elisabetta Belloni o a la ministra de Justicia Marta Cartabia.

«Soy muy optimista. Estamos hablando entre nosotros, las discusiones están en marcha y estamos trabajando en una solución. Vamos a trabajar toda la noche», planteó también pasadas las 20 locales el secretario general del centroizquierdista Partido Democrático, Enrico Letta, al reconocer también las charlas con la centroderecha.

Con los dos grandes bloques cruzando vetos hacia los candidatos propuestos por el otro sector desde el lunes, Italia alcanzó hoy la sexta votación sin que ningún candidato llegue a tener la mayoría necesaria para convertirse en el decimotercer presidente del país.

En ese marco, mientras el Parlamento realizaba la segunda votación de este viernes, los principales líderes de la centroderecha y centroizquierda se reunieron dos veces en la Cámara de Diputados para buscar acordar un nombre que llevar a la votación que se iniciará mañana a las 11 locales (7 de Argentina).

También llegan con posibilidades a la votación de mañana el actual premier Mario Draghi; el expresidente de la Cámara de Diputados Pierferdinando Casini e incluso Mattarella, a quien un grupo del oficialismo aún evalúa pedirle un «sacrificio» para quedarse al menos un año más en el cargo. Este viernes, Mattarella obtuvo 336 votos en la segunda votación, el segundo número más alto de cualquier candidato desde el lunes, que volvieron a hacer sonar la posibilidad de su «bis» a última hora de la noche.

Este viernes, en la primera votación, la centroderecha fracasó en su intento de imponer a la titular del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, que no logró alcanzar el piso de 505 votos y se quedó en 382 apoyos, con algunos rechazos incluso dentro del sector.

Otra opción que vuelve a ser considerada por analistas y legisladores es la de un nuevo intento del premier Draghi para superar los vetos que tiene de parte de la Liga y del Movimiento Cinco Estrellas para poder pasar del Palacio Chigi al del Quirinal.

Draghi, impulsado por sectores del centroizquierdista Partido Democrático y que aparecía como un candidato firme al inicio de las votaciones, perdió puestos en la carrera a la Presidencia luego de los vetos explícitos que recibió de las dos fuerzas con mayor cantidad de electores, el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga.

De todos modos, su aprobada gestión al frente del Ejecutivo le da todavía chances para poder convertirse en el primer dirigente en pasar de forma directa del Palacio Chigi al Quirinal.

El expresidente de Diputados Pierferdinando Casini, elogiado por los sectores de centro de todos los bloques y que hoy alcanzó los siete votos, es otra de las opciones que podría ser compartido por todos los sectores en las próximas votaciones.

Además del nombre que ocupará la Presidencia durante los próximos siete años, la elección del sucesor de Mattarella puede tener consecuencias sobre el Gobierno de Draghi, en su cargo desde febrero de 2021 en base a una designación del actual mandatario.

Con casi todos los partidos con representación parlamentaria dentro de la coalición de Gobierno, Draghi planteó a fin del año pasado que la intención es que las fuerzas que lo sostienen puedan también converger en un candidato común para la Presidencia y evitar así una crisis política.

La sesión conjunta que reúne a 6 senadores vitalicios de designación presidencial, 321 senadores y 630 diputados elegidos en las elecciones de 2018 y 58 delegados enviados por las 20 regiones del país se reúne en «sesión conjunta» desde el lunes y busca darle a Italia un nuevo jefe de Estado para los próximos siete años.

Según la Constitución, de todos modos, las atribuciones del Presidente son limitadas, concentradas en la firma de leyes y el ámbito protocolar, mientras que la gestión cotidiana la lleva adelante el primer ministro.

En las primeras tres votaciones, el mínimo para ser elegido presidente era de dos tercios (673 votos), mientras que a partir de la cuarta votación y hasta que se llegue a un acuerdo el umbral es el de mayoría simple, 505 apoyos.

Las votaciones continuarán hasta que las distintas fuerzas del país alcancen un acuerdo por un nombre que logre los votos necesarios.

Entradas relacionadas