«Todas se van a trasladar a temperaturas muy bajas, lo que cambia es a qué temperatura después se tienen que conservar en los sitios de vacunación», describió a Télam Emilio Malchiodi, Profesor Titular de la Cátedra de Inmunología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA y Director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral (UBA-Conicet).
El docente e investigador describió que «de las once candidatas que están en fase 3, las que requieren menos requisitos para la conservación son las de origen chino (Sinopharm Wuhan y Beijing y la de Sinovac) que trabajan con el virus inactivado y en los vacunatorios se puede conservar a 4 grados durante un tiempo, todavía no sabemos cuánto porque ninguna compañía lo precisó».
Y continuó: «Después están las vacunas que utilizan adenovirus, en las que el adenovirus protege el material genético de la proteína del coronavirus y se deben conservar a menos 20 grados pero seguramente resisten a 4 grados en las heladeras de los vacunatorios un tiempo».
Estas vacunas son una de China (CanSino), la rusa Sputnik V (del Centro Gamaleya), la de Janssen y la de Astra-Zeneca.
«La ventaja de la Sputnik V es que Gamaleya anunció que puede ser liofilizada (seca), un proceso muy antiguo que se puede hacer sin inconvenientes por cualquier farmacéutica, y que consiste en deshidratar la solución de la vacuna; lo que hay que evaluar es si después cuando se reconstituye la vacuna funciona», indicó.
El investigador señaló que en el trabajo científico publicado por Gamaleya con 76 voluntarios, algunos recibieron una dosis que había sido liofilizada, y en estos se detectó un poco menos de anticuerpos y de células CD4 y CD8, – que son parte de lo que se denomina inmunidad celular y que son capaces de matar a las células infectadas, con lo cual el virus no tiene dónde esconderse- pero las variaciones comparadas con la vacuna en solución «no fueron significativas».
Finalmente, dentro de las once, están las vacunas de Pfizer y Moderna que utilizan la plataforma de ARN mensajero: «Como el ARN es fácilmente degradable por proteasas, que están en todos lados, a pesar de que está protegido por una membrana bilipídica necesitan conservarse a menos 80 grados», detalló.
Pero advirtió que «Moderna informó que la vacuna podría conservarse en heladera hasta un mes en base a ensayos que realizaron».
«El tema es que el traslado tiene que hacerse a menos 80 grados, lo que requiere una logística compleja mientras que la liofilizada se puede mandar en aviones que tengan conservación a menos 20 grados y cuando llegan a los lugares es mucho más fácil de distribuir; en cambio las de ARNm tiene que estar la mayor parte del tiempo a menos 80», detalló.
Y concluyó: «De todos modos, como la vacunación será masiva, no es que si la descongelan va a quedar ahí sin que nadie se la aplique, sino más bien al revés, seguramente habrá cola de personas esperando vacunarse».
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