Denuncian a una directora, una maestra y una preceptora de un jardín de infantes por maltrato

Este jueves las mamás del jardín 937 de Adrogué se acercaron bajo la consigna “los niños no mienten” a la puerta de entrada para escrachar a las preceptoras y a una maestra que, según lo que contaron alumnes de salita de 4, los maltrataban física y verbalmente, y a la directora, que desmintió a los niños y amenazó con denunciar judicialmente a los padres si acudían al Consejo Escolar.

El viernes pasado, durante el acto por Malvinas, un grupo de padres vio como una preceptora zamarreó a una nena y la sentó de “mala manera” en el piso mientras le decía “pendeja de mierda quedate sentada”. Una mamá de salita de 3 mandó un mensaje al grupo de Whatsapp contando que su hijo estaba extraño, que el día que estuvo con la preceptora Patricia salió llorando y “nunca más volvió a entrar sin llorar al jardín”.

Esta mañana, en el jardín ubicado en Pedro Echagüe al 371, del Partido de Almirante Brown, cuando llegaron las familias, las estaban esperando representantes del Consejo Escolar y la inspectora del distrito, para reunirse con ellas. Las autoridades les informaron que a la docente Nancy Bogado, la preceptora Patricia Almada y la directora Andrea Sampaulizi se les iniciaron presumarios y que fueron relevadas de sus cargos hasta que se terminen las investigaciones.

Con los mensajes, las otras mamás se dieron cuenta que sus hijos también tenían rechazo con el jardín y empezaron a preguntar a los nenes como era estar en el aula, qué pasaba, como era «la seño». Algunos empezaron a hablar de a poco, otros todavía no cuentan y solo lloran.

Las madres reconocieron las conductas de sus hijos en los otros compañeritos. Las nenas tocan sus partes íntimas y cuando las retan, responden que es «broma». La mayoría tuvo un retroceso madurativo: se hacen pis encima, volvieron a pedir chupete, lloran y no duermen solos.

“Mi hijo contó que la seño le pegó un chirlo por no hacer caso. Después se le escapó que lo zamarreó y le dio la cabeza contra el piso. Otro día, él le pidió ir al baño, ella no lo dejó y se hizo pis encima. Desde hace una semana todos los días me dice algo: los insultaba, los burlaba, les sacaba la lengua”, cuenta Cintia sobre la maestra de salita de 4. Una mamá cuenta con vergüenza: «mi hijo era re dulce y ahora pega». «Me rechaza», añade otra madre. Así, vuelven a atar cabos. Los nenes no aceptan cariños, los que tienen hermanos los tratan mal, insultan y hablan de arreglar «sus problemas solitos”.

Las narraciones confluyen en un relato común, pero son las palabras de 15 mamás en ronda intentando conseguir una explicación para lo que empezaron a ver en sus hijos hace semanas, sin entender, y por lo que, cuentan algunas ahora, los retaron.

“Me dijo, ‘yo no te podía contar, porque era un secreto que yo tenía con la seño y si te decía ella me iba a volver a pegar’. No hablaba por miedo, lo tenía amenazado”, cuenta Cintia. Las otras mujeres contaron que recibieron respuestas similares al preguntar porqué no les contaron que les pegaban. “Mi sobrino volvió con un chichón en la cabeza y dijo que se había golpeado contra la puerta, pero otros nenes dicen que fue la maestra, que le pegó con la mano cerrada”, añadió una de ellas.

”Mi nena tiene pesadillas, sueña con una seño y con otras personas que no saben quiénes son y ahí aparece el robot malo”, añade la madre de Uma. “Mi hijo lo único que quiere hace dos semanas es ver dibujitos de robots todo el tiempo”, dice otra de ellas. Las mujeres tienen la hipótesis de que Bogado les decía a los nenes que había una seño buena, que era la que estaba con los papás, y un robot malo, que aparecía en el jardín.

El jardín tiene salas para niñes a partir de 2 años y hasta 5, por lo que hay algunos niños que no pueden hablar para explicar qué fue lo que les pasó. Cuatro mamás aseveran que sus hijos les relataron cómo la maestra Bogado los dejaba encerrados en el aula sin salir, a modo de castigo por no hacer caso, y se iba al patio con otros chicos, que se “portaban bien”.

Les chiques no quieren ir al jardín, están asustados y con miedo. Rechazan volver a este o ir a cualquier otro «porque en todos los jardines las seños son malas y pegan».

Las autoridades detallaron procedimientos, investigaciones y explicaron que las tramitaciones del reclamo obligan a esperar porque tienen tiempos que, necesariamente, son dilatados.

El mismo viernes de la semana pasada, madres y padres se acercaron por la tarde a la dirección del colegio, donde los entrevistaron por separado. Una de las madres, al no tener la respuesta que esperaba, resolvió recurrir al Consejo Escolar que correspondía, algo que hizo el lunes 4 de abril. Allí se encontró con la preceptora y la maestra, que el año pasado trabajaba en el turno de la tarde.

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