Un grupo de profesores, en el más absoluto de los silencios y ante la indiferencia de quienes deberían estar a cargo de controlar todas esas cuestiones, decidió examinar las postulaciones de docentes a los Actos Públicos Digitales, debido la serie de inconsistencias que fueron cometidas, en el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
Para quienes no conocen el mundo de la docencia, esos listados deben estar cargados por la Secretaría de Asuntos Docentes. Es tarea de ellos corroborar el orden de mérito, el cruce de datos, que no exista superposición horaria en la toma de horas, que los puntajes les sean otorgados a los docentes. Es un trabajo de las SAD, realizar la carga de todas estas cuestiones. Pero, claro, la Secretaría de Asuntos Docentes no abre en General Pueyrredón desde marzo.
Las razones que aducen para no abrir, no resultan convincentes, teniendo en cuenta que en innumerables distritos de la provincia de Buenos Aires, las SAD se encuentran funcionando. La misma situación se vive en el Ingreso a la Docencia, donde en General Pueyrredón, nadie dice ni cómo, ni cuándo ni de qué manera los docentes podrán respaldar la documentación ingresada vía online. No aclaran cómo será el proceso de sacar del listado oficial 2021 a los docentes que hayan ingresado documentación fraudulenta o títulos en trámite de dudoso respaldo. Solo aducen que las tres personas disponibles no abren las puertas por estar en situación de riesgo. Como si el riesgo fuera solo de ellos, y no de los miles de docentes que por la inoperancia imperante no pueden trabajar.
Mientras los gremios se mantienen en un silencio estable, donde parecen estar jugando a ver quién hace menos ruido, un grupo anónimo de docentes salieron a defender su trabajo, haciendo un trabajo puntilloso, caso por caso, en un esfuerzo digno de destacar.
Elaboraron un documento de 98 páginas que enviaron a SUTEBA, a la Secretaría de Asuntos Docentes y al Consejo Escolar, sin recibir respuesta de nadie por el momento. Tan solo desde la SAD, se indicó que continúan elaborando los listados de mérito y que la información recibida tiene imprecisiones, sin hacer mención a que ese grupo de docentes hizo el trabajo que ellos deben hacer, con la diferencia que lo hicieron sin percibir honorarios, sin sistema preparado para eso, yendo caso por caso.
En un trabajo que les demandó días, cansancio, enojo y pelea, finalmente hoy hicieron conocida la investigación completa. Las respuestas pasan por cuestiones irrisorias, como que aún no se han modificado en las planillas, pero que los docentes con doble puntaje habían sido avisados. Sin comprender del todo, que lo que se está planteando acá es una denuncia.
Una denuncia que alguien hizo. Y a la que alguien debe dar respuesta.
Es de necios pretender que las respuestas tengan que darlas quienes plantean las inconsistencias.
Mientras tanto, se siguen sumando denuncias cruzadas entre los mismos docentes, cuyos nombres figuran entre las inconsistencias detectadas, y quienes saben perfectamente que el Estatuto Docente prohíbe expresamente lo que muchos han intentado hacer. Porque la corrupción parece ser patrimonio de unos cuantos.
Mientras tanto, quienes desean ejercer su derecho al trabajo, esperan la respuesta de aquellos que eligieron ser parte de los que controlan el orden y de quienes preservan los derechos de los trabajadores.
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