El personal de la embajada de Estados Unidos en Kabul empezó a ser evacuado hacia el aeropuerto de la capital de Afganistán ante la inminente toma de la ciudad por el movimiento islamista talibán, dijo hoy el secretario de Estado Anthony Blinken.
«Estamos trabajando para asegurarnos de que nuestro personal (en Kabul) esté seguro y a salvo», dijo el jefe de la diplomacia estadounidense a la cadena de noticias ABC, sin querer responder si la embajada en Kabul será cerrada.
«Estamos transfiriendo a los hombres y mujeres de nuestra embajada al aeropuerto. Por esa razón es que el presidente envió fuerzas armadas», agregó Blinken.
Blinken no quiso contestar sobre si la evacuación significaba que la embajada iba a ser cerrada, y rechazó comentarios de su entrevistador de que la retirada recordaba la despavorida salida estadounidense de Saigón al final de la Guerra de Vietnam, en 1975.
«Esto no es Saigón», dijo.
«Entramos en Afganistán hace 20 años con una misión y esa misión era hacer frente a los que nos atacaron el 11/S. Esa misión fue exitosa», agregó.
Horas antes, la cadena CNN dijo que helicópteros del Ejército de Estados Unidos iban y venían hoy del aeropuerto a la embajada de Kabul, donde quedará un pequeño número de diplomáticos lo máximo que sea posible según las condiciones de seguridad.
La cadena de noticias citó a funcionarios que pidieron no ser identificados por no estar autorizados a discutir en público decisiones o movimientos de diplomáticos.
La evacuación de parte del personal de la embajada de Estados Unidos en Kabul al aeropuerto de la capital afgana era uno de los planes de contingencia que evaluaba Washington desde que los talibanes comenzaron su avance militar, en mayo.
La ofensiva, que coincide con la retirada de las fuerzas extranjeras, que en el caso de las estadounidenses está previsto que concluya el 31 de agosto, permitió a los insurgentes capturar las capitales de 26 de las 34 provincias de Afganistán.
Los talibanes gobernaron el país entre 1996 y 2001, año en que habían sido derrocados por una coalición liderada por Estados Unidos y la OTAN en el marco de la «guerra al terrorismo» islámico lanzada por Washington hace 20 años.
Los rebeldes llegaron hoy a las puertas de Kabul y dijeron que se quedarán en la periferia de la ciudad mientras negocian con el Gobierno afgano una «transición pacífica» del poder, según dijo uno de sus voceros.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó el envío de 5.000 soldados para ayudar a asegurar la evacuación de emergencia de los empleados de la embajada y de miles de afganos que trabajan con las fuerzas norteamericanas y temen represalias.
El Pentágono evalúa en 30.000 el número de personas que deberán ser evacuadas.
Biden amenazó a los talibanes con una respuesta «rápida y fuerte» en caso de un supuesto ataque contra conciudadanos durante la evacuación.
Pero también defendió su decisión de acabar con 20 años de guerra, la más larga que ha conocido Estados Unidos, que se inició tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, como represalia contra los talibanes por rechazar la entrega del jefe de Al Qaeda, Osama Ben Laden, que reivindicó aquellos ataques en Nueva York y cerca de Washington.
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