El Papa planteó que «no hay receta para salir de la crisis, pero va por el lado de la inclusión, del cambio de paradigma socioeconómico, de empezar por las periferias».
El papa Francisco pidió «un cambio de paradigma socioeconómico» para salir de una pandemia de coronavirus que «está cambiando el mundo», al tiempo que ratificó su oposición al aborto y planteó que «toda vida debe merece ser defendida y respetada».
«La pandemia está cambiando el mundo. Más aún nos está haciendo bailar, nos puso en crisis», dijo el pontífice en una entrevista con la edición española de la revista Il Mio Papa publicada hoy.
De cara a la pospandemia, Jorge Bergoglio planteó que «no hay receta para salir de la crisis, pero va por el lado de la inclusión, del cambio de paradigma socioeconómico, de empezar por las periferias, los movimientos de periferias, la dignidad de las personas».
«De una crisis no se sale igual. O salimos mejores o salimos peores. Y el modo en que salgamos depende de las decisiones que tomemos durante la crisis. Y son decisiones no solo morales, sino humanas, que tocan a lo humano, que tocan al futuro de la humanidad», agregó.
«La pandemia nos hizo visualizar cómo nos habíamos acostumbrado a ese clima del descarte: el descarte de los viejos, el descarte de los pobres, el descarte de los chicos, de los chicos no nacidos»
«El camino para construir la vida tras la pandemia requiere una visión integradora de las generaciones futuras, porque la grandeza de un alma se puede medir por cómo responde a esta pregunta: ¿qué herencia les vamos a dejar a las generaciones futuras?», se preguntó.
En ese marco, el Papa sostuvo que «la pandemia nos hizo visualizar cómo nos habíamos acostumbrado a ese clima del descarte: el descarte de los viejos, el descarte de los pobres, el descarte de los chicos, de los chicos no nacidos».
«Cuando me hablan que la Iglesia está en contra del aborto, yo suelo decir que en principio no es un problema religioso. El problema del aborto es un problema prereligioso», amplió el Papa.
«El hecho de que una confesión, cristiana o no cristiana, rechace el aborto, no es por los principios de esa religión, sino que es por principios. El problema del aborto es un problema humano», defendió.
«El hecho de que una confesión, cristiana o no cristiana, rechace el aborto, no es por los principios de esa religión, sino que es por principios. El problema del aborto es un problema humano»
«A quienes están a favor del aborto les hago siempre dos preguntas no religiosas: ¿es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿es justo alquilar un sicario para resolver un problema? Toda vida vale y merece ser defendida y respetada», insistió en esa dirección.
Bergoglio se refirió también a su relación con la prensa cuando era arzobispo de Buenos Aires, entre 1998 y 2013, y recordó que «le tenía alergia».
«No daba entrevistas. Les tenía miedo, qué se yo, le tenía alergia a los medios. Y de golpe aquí me tienen. Es el sentido del humor de Dios», sostuvo.
El Papa insistió además con su pedido para que haya una acceso universal a la vacuna contra el coronavirus, a la que definió como «patrimonio de la humanidad».
«La vacuna no puede ser propiedad del país del laboratorio que la encontró o de un grupo de países que se alían para esto», reclamó.
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