La escritora Isabel Allende comenzó su ronda de entrevistas por la llegada a las librerías de su nueva novela «Violeta», a la vez que celebró la victoria de Gabriel Boric en Chile, lo que la pone feliz porque «es una generación joven que asume el poder» y señaló: «En Chile, los viejos carcamales de la política y del mundo financiero se tienen que ir para su casa o para un asilo».
«Además no es que no es solamente gana la presidencia este joven y nombra un gabinete con 14 mujeres y 10 hombres, sino que a ese Gobierno le va a tocar aplicar una nueva Constitución. Y esa nueva Constitución es una oportunidad de preguntarse qué país queremos», señaló la escritora chilena.
La autora de cerca de 30 libros, de los que vendió unos 70 millones de ejemplares, concedió una entrevista a la agencia de noticas AFP por videollamada y desde su residencia cerca de San Francisco (California), en el oeste de Estados Unidos, antes de la presentación de su novela «Violeta» que será el próximo lunes.
En ese sentido expresó su expectativa porque «entre los puntos que se han planteado para redactar la Constitución está una absoluta paridad de género. Se ha planteado también la inclusión de todos en su redacción, incluidos los pueblos indígenas».
«Hay que aceptar que Chile es un país diverso. También hay muchos puntos respecto a la defensa de la naturaleza que son novedosos para nosotros. Y hay que tratar que todo eso sea parte del país sin dañar el sistema económico, que ha dado progresos a Chile, pero muy mal distribuidos, lo que ha creado una desigualdad tan pavorosa que la gente está furiosa», agregó.
Con respecto a la nueva novela de la autora de «La casa de los espíritus» y «Paula», se sabe que está centrada en la historia de una mujer independiente que nace durante una pandemia y muere en otra. Por el camino, la protagonista asiste a las numerosas transformaciones sufridas por un país sudamericano que se parece mucho a Chile.
Allende contó que «Violeta» surgió después de que falleciera su madre. «Ella murió poco antes de la pandemia (de Covid-19) y nació cuando llegó la influenza española a Chile, en 1920. Vivió 98 años, pero yo me imaginé que, si hubiera vivido un poco más, habría nacido en una pandemia y muerto en otra», relató.
La escritora adelantó que la novela transcurre en la época que su madre vivió, «un período del siglo XX con guerras, depresiones, las dictaduras en América Latina, las revoluciones», definió y aseguró que creó una protagonista que se parece a su madre en muchas cosas, «pero que no es ella y tiene una vida mucho más interesante».
Durante la entrevista dijo que al regresar a Chile la primera semana está feliz, y después se da cuenta de que allí también es extranjera: «Yo soy extranjera en todas partes. Ese es mi destino», subrayó.
«En Estados Unidos, hablo inglés con acento -graficó-. Cualquiera que me vea en la calle sabe que soy latina y que soy inmigrante. Y en Chile, he vivido 40 años fuera, y el país ha cambiado mucho. Yo tengo en la cabeza y en el corazón un país que ya no existe».
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