La madre de «Chano» aseguró que su hijo «está hablando» y que se encuentra «muy sensible»

La madre del músico Santiago «Chano» Moreno Charpentier, quien se encuentra internado tras haber sido baleado el domingo último por un policía bonaerense en su casa de Exaltación de la Cruz, aseguró hoy que su hijo «está hablando», se siente «muy sensible» y también recibió «energía y mucho amor» de sus fans.

«Ambos (estamos) mejor, gracias, salió el sol», dijo esta tarde a Télam Marina Charpentier, madre de «Chano» (39), ante la consulta de cómo se encuentra ella y su hijo, quien hoy cumple su sexto día internado en el Sanatorio Otamendi del barrio porteño de Recoleta.

La mujer aseguró que el músico «está mejor y hablando», y que aún se encuentra «muy sensible», mientras se recupera de un disparo que recibió en el abdomen cuando aparentemente intentó apuñalar a un policía en medio de un presunto brote psicótico.

«Le llegó la energía de un montón de personas y mucho amor», expresó Marina, quien acompaña a su hijo desde que ocurrió el hecho.

A raíz de la herida de bala sufrida, el exlíder de Tan Biónica sufrió la pérdida del bazo, un riñón y parte del páncreas.

En tanto, el actor y conductor Gastón Pauls, en su programa Seres Libres que se emite por Crónica TV, contó poco antes del hecho, la madre de «Chano» lo llamo «para pedirle ayuda» para su hijo «quien estaba en una situación crítica desde hacía unos días».

«Le mandé un mensaje a ´Chano´ con mucho respeto porque sé que en el consumo siempre hay dolor, paranoia, soledad, desesperación, ceguera. ´Chano´ me respondió el mensaje y quedamos en hablar el día domingo», expresó.

«Lamentablemente ese llamado no llegó y después ocurrió lo que ocurrió», agregó Pauls, en referencia al disparo que recibió de parte del policía Facundo Nahuel Amendolara (39).

Por otra parte, el fiscal Martín Zocca, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Delitos Complejos de Zárate-Campana, imputó el viernes a Amendolara del delito de «lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego y por ser funcionario policial», delito que prevé una pena de hasta 15 años de prisión.

A su vez, el fiscal aguardará el resultado de la pericia balística, a realizarse el próximo martes en la sede de la Policía Federal Argentina (PFA) del barrio porteño de San Telmo.

Además, esperará la respuesta del criminalista del Ministerio Público de Zárate-Campana para saber si las prendas utilizadas por el músico al momento del hecho pueden ser analizadas.

Un investigador afirmó a Télam que el análisis de esas prendas es una prueba «clave», ya que por los orificios provocados por el proyectil y de hallarse rastros de pólvora «se puede determinar la distancia desde la cual se hizo el disparo».

«Es una prueba objetiva fundamental que vale más que cualquier declaración de testigos, que pueden ser difusas. Se busca evaluar si el disparo fue o no justificado», aclaró el mismo investigador.

En busca de saber si Amendolara actuó dentro de un marco de legítima defensa o si hubo alevosía en el ataque, el representante del Ministerio Público llamará a testificar a todas las personas que estuvieron presentes la noche del domingo último en la vivienda del barrio privado Parque La Verdad, ubicado en la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz.

Hasta el momento, el único testigo que declaró fue el psiquiatra que la noche del hecho fue a la casa de «Chano», Gonzalo Caligiuri, quien relató con mayor detalle el episodio que presenció.

Según fuentes judiciales, el testigo dijo que fue «un momento traumático», en el que el músico se encontraba «alterado y en un estado de excitación psicomotriz» y básicamente relató lo mismo que había narrado ante la policía tras el hecho.

En esa oportunidad, el profesional de OSDE contó que llegó a las 22.30 del domingo y que la madre de «Chano» le explicó que su hijo desvariaba y que aparentemente «había consumido estupefacientes».

Luego agregó que el músico se dirigió hacia él «con una actitud demasiado agresiva», pero logró esquivarlo y salir de la propiedad.

Y explicó que dados los hechos que presenció, fue a buscar a personal de seguridad privada que a la vez llamó a la policía, y que emitió la orden para la internación del músico, aunque fracasó el intento para que «Chano» acepte la derivación.

También relató que vio cómo «Chano» amenazó de muerte a su madre y a los presentes y que todos lograron salir del predio menos uno de los tres policías que habían arribado, aunque «no estuvo «al alcance de su vista» el momento del disparo.

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