Primer ministro de Países Bajos emite una polémica disculpa por la esclavitud

Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos, que fue Holanda hasta el 1 de enero de 2020, se disculpó hoy en nombre de su gobierno por el rol que desempeñó en la esclavitud, que calificó de crimen contra la humanidad.

«Hoy me disculpo en nombre del gobierno neerlandés por las acciones del estado en el pasado», dijo Rutte durante un discurso muy esperado en La Haya sobre la participación de la nación en 250 años de esclavitud en las antiguas colonias que pronunció en inglés, papiamento y surinamese, lenguas que se hablan en las islas del Caribe y en Surinam.

«A título póstumo a todos los esclavos del mundo que sufrieron de este acto. A sus hijas e hijos y a toda su descendencia», agregó.

«Nosotros, viviendo en el aquí y ahora, solo podemos reconocer y condenar la esclavitud en los términos más claros como un crimen contra la humanidad», precisó.

Varios de sus ministros concurrieron a las ex colonias de Bonaire, San Martín, Aruba, Curazao, Saba, San Eustaquio y Surinam, para «discutir» el tema con los lugareños.

Tras la alocución, hubo reacciones emocionales entre los presentes en la sala, contó la agencia de noticias AFP.

Rutte tuvo reservas durante mucho tiempo acerca de emitir su descargo argumentando que la era de la esclavitud era demasiado antigua y que una disculpa avivaría las tensiones en un país donde la extrema derecha sigue siendo fuerte.

Una encuesta reciente indicó que solo el 38% de la población adulta estaba a favor de una disculpa.

La esclavitud fue abolida en Surinam y otros territorios bajo control neerlandés el 1 de julio de 1863, pero no terminó sino hasta 1873 después de un período de «transición» de 10 años.

La fecha elegida de la disculpa, que se filtró a la prensa local en noviembre, provocó una feroz controversia en el país y en el extranjero durante varias semanas.

Las organizaciones de conmemoración contra la esclavitud querían que el evento se realizara el 1 de julio, fecha en la que se recuerda el fin de la esclavitud en una celebración anual llamada «Keti Koti» (Romper las cadenas) en Surinam.

El pronunciamiento generó polémica por parte de los países afectados, que exigen una compensación, consideran que la medida fue apresurada y dicen que la falta de consulta por parte de los Países Bajos implica una actitud colonial.

La esclavitud ayudó a financiar la «Edad de Oro» holandesa, un periodo de prosperidad debido al comercio marítimo en los siglos XVI y XVII. El país traficaba con unos 600.000 africanos, principalmente conducidos hacia América del Sur y el Caribe.

En el apogeo de su imperio colonial, las Provincias Unidas, conocidas actualmente como Países Bajos, tenían colonias como Surinam, la isla caribeña de Curazao, Sudáfrica e Indonesia, donde la Compañía Holandesa de las Indias Orientales tenía su sede en el siglo XVII.

Con el movimiento Black Lives Matter (la vida de los negros importa) en los Estados Unidos, el debate resurgió en los Países Bajos, donde el racismo sigue siendo un sufrimiento para los ciudadanos de las antiguas colonias.

Las ciudades de Amsterdam, Rotterdam, Utrecht y La Haya ya pidieron perdón por su papel en la trata de esclavos.

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