Los tres elementos clave para disminuir rápido este dolor tan común y qué hábitos pueden empeorarlo.
Aunque podemos lastimarnos el cuello debido a un movimiento brusco o un accidente, la mayoría de los dolores que aparecen en esta zona se asocian con una mala postura, combinada con un desgaste relacionado con la edad. Hoy en día también es frecuente que se presente dolor en el cuello debido al uso excesivo o en mala posición de dispositivos como los celulares.
Si a menudo te duele el cuello, lo primero que se aconseja es hacer algunos cambios en las costumbres diarias:
-Es muy importante mantener una buena postura. Cuando estés parado o sentado, asegúrate de que los hombros estén en línea recta con las caderas y que las orejas estén directamente sobre los hombros.
-Si viajas distancias largas o trabajas muchas horas frente a la computadora, levántate, camina, y estira el cuello y los hombros.
-La postura en la PC es fuente frecuente de dolor de cuello. Ajusta el escritorio, la silla y la computadora para que el monitor esté a la altura de los ojos. Las rodillas deberían estar un poco más bajas que las caderas. Usa los apoyabrazos de la silla.
-No sostengas el celular largo rato mirando hacia abajo y con el aparato en tus manos: esto causa una contractura en los músculos que puede llevar a dolores intensos. Evita sostener el teléfono entre la oreja y el hombro mientras hablas. Es mejor usar auriculares o poner el teléfono en altavoz.
-Si fumas, deja de hacerlo. Fumar puede generar un mayor riesgo de presentar dolor de cuello.
-Cuidado al cargar pesos, sobre todo al hacer compras. Para sostener bolsas tensamos los brazos, los hombros y el cuello. Evita llevar carteras pesadas con tiras en el hombro. Una bandolera o mochila tiene menos impacto.
-Siempre que duele el cuello hay que revisar la postura al dormir: La cabeza y el cuello deben estar alineados con el cuerpo. No se aconsejan las almohadas muy altas ni los colchones muy blandos. Si hay dolor, puede ser útil dormir boca arriba sin almohada, con las rodillas elevadas.
Tratamientos en casa
Tres claves pueden ayudarte a aliviar el dolor de cuello: el calor, el movimiento suave y la aplicación de cremas o aceites con relajantes y analgésicos, que pueden ser naturales.
El calor: es mejor que sea húmedo, como el de una toalla mojada con agua caliente sobre la zona dolorida, o el chorro de la ducha. También puede funcionar una almohadilla térmica o un paño calentado con la plancha. Hay aplicarlo por lo menos 10 minutos y 3 o 4 veces por día, manteniendo el cuello inmóvil.
El movimiento: este debe consistir en estiramientos muy suaves, que se hacen rotando la cabeza de un lado a otro, mirando hacia arriba y hacia abajo y levantando los hombros y bajándolos al ritmo de la respiración. Otro movimiento que estira los músculos es tratar de acercar la oreja al hombro del mismo lado, en diez segundos, y volver a poner la cabeza derecha, en otros diez segundos. Si hay mucha limitación de la movilidad es conveniente consultar al médico.
Relajantes y analgésicos: se pueden aplicar en la zona dolorida luego del calor. Pueden contener árnica, lavanda, CBD, enebro, alcanfor, entre otros componentes naturales. No se deben aplicar con una fricción muy fuerte para que no irriten la piel.
Lo más común es que el dolor sea algo pasajero y tratable en casa, pero si no podemos moverlo, o si además del dolor sufrimos mareos o adormecimiento de uno o los dos brazos, y el dolor de cuello se extiende y afecta el cráneo, eso ya es suficiente para hacer una consulta médica rápida.
