Thomsen pidió «disculpas» y dijo que «jamás» tuvo «intenciones de matar»

En medio del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, rompió el silencio Máximo Thomsen, el rugbier más complicado.

En la audiencia número 11 por el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, que murió tras la golpiza propinada por el grupo de rugbiers que lo atacaron a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell, rompió el silencio Máximo Thomsen, quien esta apuntado como el que dio la patada mortal, por lo que es uno de los imputados mas complicados. El rugbier pidió la palabra luego de la declaración de su madre.

“Quiero pedir disculpas porque jamás en la vida se me hubiera ocurrido matar a alguien. Escuché varias cosas sobre mí varios años. No me reconocía porque generaban tanto odio hacia mi persona, yo jamás en la vida tendría esa intención”, expresó el acusado.

“Es algo que nunca en la vida hubiese buscado. Jamás en la vida hubiese sido mi intención. Quería hoy en este lugar dar la realidad de lo que pasó eso día, esa noche”, completó el acusado de dar la patada mortal que fue fundamental en la causa, antes de dar su declaración ante el Tribunal de Dolores.

Según explicó Thomsen en su declaración, la pelea con Báez Sosa surgió de otra manera de la que relató el resto de los testigos del caso. “Escucho que yo organicé y soy líder, me metía a pelear que era una persona contra muchas. No vi si había uno o más amigos”, detalló, además señaló que tomó conciencia de la muerte al día siguiente.

“Al otro día supe lo que había pasado. Cuando estábamos todo en el piso (la policía) nos dice: “¿Ustedes saben por qué están acá? Ustedes mataron un pibe”. Ahí me empezó a dar vueltas todo en la cabeza y me puse a vomitar, pero yo hasta el día siguiente no lo creía, mi cabeza no lo podía procesar porque yo no lo entendía”.

Sobre el momento de la golpiza al estudiante de derecho, expresó: “No sé si le pegué a Fernando. No recuerdo a quien le pegue ni cómo, en el momento estaba en shock”.

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