Junto al gobernador y los alguaciles de Texas, el expresidente asistió a una reunión de «seguridad fronteriza» donde criticó a la actual Gobierno estadounidense.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó este miércoles que el actual mandatario Joe «Biden está destruyendo» el país y reiteró su argumento de fraude electoral, durante una visita a la frontera con México, donde acudió para reclamar por «la peor crisis migratoria» en la historia del país y retomar el hilo conductor de su presidencia: la lucha contra la inmigración ilegal.
«Biden está destruyendo nuestro país, y todo comenzó con un fraude electoral», ratificó el expresidente, acompañado del gobernador de Texas, Greg Abbott, según citó la agencia de noticias Sputnik.
Luego de su última visita oficial para hablar de inmigración el 12 de enero pasado, Trump regresó este miércoles a Texas, estado que calificó como «una verdadera zona de desastre», de cara a una nueva candidatura en 2024 y sin perder su retórica desde su «retiro» en sus residencias de Florida y de Nueva Jersey.
Junto a Abbott y los alguaciles de Texas con sus clásicos sombreros de vaquero, el expresidente asistió a una reunión de «seguridad fronteriza» en la pequeña ciudad de Weslaco, en el extremo sur del estado.
«Ahora tenemos una frontera abierta, muy peligrosa, más peligrosa que nunca antes en la historia de nuestro país», enfatizó, y luego se dirigió a la frontera que separa Estados Unidos y México, en el valle del Río Grande, a unos treinta kilómetros de distancia.
«Vamos a admirar el muro», enfatizó el exmandatario.
Abbott, a quien Trump prometió continuar la construcción del muro y quien también es visto como un posible candidato presidencial republicano para 2024, pasó gran parte de la primera mitad del año criticando lo que él llama las «políticas de frontera abierta» de Biden y apuntando contra la vicepresidenta Kamala Harris por no visitar la frontera de Texas.
Cuando Harris visitó El Paso la semana pasada, Abbott dijo que estaba «ignorando el problema real» al no ir al Valle del Río Grande, donde se produjo gran parte del aumento de las detenciones.
El gobernador decretó a mediados de junio que Texas continuará construyendo el muro fronterizo, un plan respaldado por la gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem, quien anunció recientemente que enviará decenas de soldados de la Guardia Nacional de su estado a la frontera, a pesar de estar a más de 2.000 kilómetros al norte de distancia.
El gobernador de Texas prometió continuar con la construcción del muro
Trump hizo de la seguridad de la frontera una piedra angular de su gestión y declaró el estado de emergencia en 2019 para desviar fondos federales para pagar un muro fronterizo.
Durante sus cuatro años como presidente, se completaron aproximadamente 600 kilómetros, aunque la mayoría de estos tramos fueron mejoras en las vallas ya existentes.
Para los republicanos, el programa de Trump funcionó, pero la llegada de Biden a la Casa Blanca con la promesa de una política migratoria «más humana» creó un «efecto llamada» para los inmigrantes.
«Hicimos un trabajo excelente y en unos meses todo quedó destruido», lamentó Trump durante la reunión.
En mayo, unas 180.000 personas fueron detenidas tras entrar ilegalmente a Estados Unidos, la cifra más alta en 15 años.
La oposición acusa a la vicepresidenta Harris, encargada de gestionar la migración irregular, de ignorar la «crisis».
Los demócratas, por su parte, acusan de manipulación política a los republicanos y aseguran que el aumento de migrantes en la frontera se debe a muchos factores, al tiempo que recuerdan la controversia política de la separación de familias impuesta por Trump.
Bajo su presidencia, cerca de 4.000 niños migrantes fueron separados de sus familias. A principios de junio, más de 2.000 aún no se habían reunido con sus seres queridos.
«Durante cuatro años, los republicanos han guardado silencio mientras Trump saboteaba nuestro sistema de inmigración», sentenció el vocero del Partido Demócrata, Ammar Moussa, quien calificó la visita del expresidente como un «espectáculo de payaso».
Tras su expulsión de las redes sociales, por instigar a sus partidarios que luego asaltaron el Capitolio el 6 de enero, Trump volvió al ruedo en las últimas semanas y el sábado volvió a sus clásicos mítines en Ohio, donde inauguró el comienzo de su campaña para las elecciones parlamentarias y locales de noviembre de 2022.
Este sábado tendrá otro gran acto en Sarasota, Florida donde se reunirá con el gobernador del estado el republicano Ron DeSantis.
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