Fuentes judiciales indicaron a Télam que los investigadores están tras la pista de otro comprador de efedrina que podría haber planificado el triple crimen ya que la jueza federal María Servini considera que no hay pruebas suficientes para atribuirle ese rol a Pérez Corradi.
A 13 años del triple crimen de General Rodríguez, en el que fueron asesinados Leopoldo Bina, Damián Ferrón y Sebastián Forza, los investigadores aún buscan al autor intelectual del hecho tras la falta de méritos para el principal acusado, Ibar Pérez Corradi, mientras que los familiares de las víctimas persisten con su reclamo de «justicia» hasta conocer «toda la verdad del caso».
«Es difícil rebobinar cada fecha. Ante cada aniversario o cada noticia empezamos de cero. Vamos a seguir peleando por justicia. Esto lo vamos a llevar hasta que terminen nuestras vidas», expresó a Télam Diego Ferrón, hermano de Damián, y quien reconoció que después de tanto tiempo será «muy difícil saber quién fue el verdadero autor intelectual».
Fuentes judiciales indicaron a Télam que los investigadores están tras la pista de otro comprador de efedrina que podría haber planificado el triple crimen ya que la jueza federal María Servini considera que no hay pruebas suficientes para atribuirle ese rol a Pérez Corradi, quien había sido acusado de la autoría intelectual ya que Forza (34) le debía dinero.
«Las deudas entre Forza y Pérez Corradi estaban compensadas hace años. No tiene el perfil de haber sido el que planeó todo», aclaró a Télam el abogado de la familia de Ferrón (37), Miguel Ángel Pierri.
Sin embargo, para el letrado, los hermanos Cristian y Martín Lanatta, y Víctor y Marcelo Schillaci, quienes fueron condenados a prisión perpetua como los autores materiales del hecho, son «solamente un eslabón en la cadena de responsabilidad».
En ese sentido, Diego Ferrón agregó que «evidentemente faltan más partícipes necesarios» y que «todavía quedan cabos sueltos».
«Para haber hecho todo lo que le hicieron a mi hermano y a los otros dos chicos. Matarlos, refrigerarlos, plantar una escena del crimen, incendiar una camioneta en plena Capital. Eso no lo hicieron solamente cuatro personas», dijo el hermano de Damián.
Según las fuentes, tras analizar múltiples cruces telefónicos entre los Lanatta y los Schillaci, el foco de la investigación se centró en Bina (35) y sus vínculos con el mexicano Rodrigo Pozas Iturbe (condenado por otro caso de narcotráfico), quien supuestamente le proveía efedrina que luego era enviada por encomienda a México y a Guatemala en potes de polvo de helado y suplementos dietarios.
Además, los investigadores continúan intentando localizar al jefe de la excomisaría 50ta. porteña, José Fernando Gabela, quien le habría dicho a Diego Ferrón 72 horas después de los asesinatos que Pérez Corradi había sido quien planeó el triple crimen.
Los hermanos Lanatta y Schillaci fueron condenados por ser los autores materiales del crimen
«El policía nos mostró una foto de Pérez Corradi y que tenía todo preparado para arrestarlo, pero le dijeron que se corra de la causa. Hoy lo quieren encontrar para que vaya a declarar pero no lo pueden encontrar. Actualmente no se sabe su paradero», explicó Ferrón.
Además, el hermano de Damián agregó que en la causa «reina el miedo», ya que «se va muriendo gente, los testigos desaparecen, otros se mueren y nadie quiere hablar».
Sobre una posible resolución del caso, Ferrón reconoció que «es posible que no se revelen cosas muy firmes» pero que «quizás algo más se pueda avanzar en la investigación».
«Personalmente no creo que tengamos más detenidos por el triple crimen además de los Lanatta y los Schilaci. Es muy difícil probar ciertas cosas», concluyó.
El triple crimen ocurrió el 7 de agosto de 2008, cuando Forza, Ferrón y Bina desaparecieron tras haber ido a una reunión en el hipermercado Walmart de Sarandí.
Los tres fueron asesinados a balazos y sus cuerpos guardados y preservados en frío hasta que los arrojaron en un zanjón del partido de General Rodríguez, donde fueron encontrados el 13 de agosto, con signos de haber estado maniatados.
Por ese hecho fueron condenados en un juicio oral los Lanatta y los Schillaci como partícipes necesarios de privación ilegítima de la libertad y triple homicidio agravado con ensañamiento, y alevosía.
Entre los últimos días de diciembre de 2015 y los primeros de enero de 2016, tres de esos condenados protagonizaron una fuga de película de la cárcel bonaerense de General Alvear y tras un sangriento raid fueron recapturados en Santa Fe.
Por su parte, Pérez Corradi fue detenido en junio de 2016 en Foz de Iguazú y luego extraditado a la Argentina, donde quedó a disposición de la justicia local que lo requería en varias causas penales, no solo la del triple crimen.
La semana pasada, Estados Unidos retiró el pedido de extradición que tramitaba para el empresario en una causa por tráfico de oxicodona previa a los asesinatos de Forza, Ferrón y Bina, por lo que Pérez Corradi recuperó la libertad.
El hermano de Damián Ferrón: «Es una causa interminable que no te permite hacer un duelo»
El hermano de Damián Ferrón, asesinado hace 13 años junto a Sebastián Forza y Leopoldo Bina en el denominado «Triple crimen de General Rodríguez», aseguró que «es muy difícil seguir con fuerzas» después de tanto tiempo y que es una «causa interminable» que no le permite hacer «un duelo».
«Uno intenta tomar fuerzas pero es muy difícil porque es una causa interminable y siempre aparecen cosas. Eso no te permite hacer un duelo y tampoco lográs estar en paz», dijo a Télam Diego Ferrón.
El hermano de Damián indicó que «la causa sigue avanzando aunque a veces no salen muchas noticias» y que a partir de 2016 la investigación dio «un vuelco muy grande», cuando la tomó el Juzgado Federal 1, a cargo de María Servini.
«Sabemos que es muy difícil. Hubo mucha gente involucrada: fuerzas de inteligencia, policías, de todo. Llegar a una causa después de tantos años, buscás cosas que ya es imposible encontrar», agregó.
También expresó que ningún familiar de una víctima «está preparado» para afrontar «situaciones difíciles como un juicio oral».
«Hace cinco años estuve a punto de no querer vivir más, pero me pude. Pero también está mi mamá que perdió un hijo, mi sobrina que se crió sin su papá, para mis hijos que crecieron con todo esto».
Sobre la relación con su hermano, dijo que «eran muy unidos» y que tenían un vínculo de «profundo amor y cariño».
«Lo único que me quedó pendiente fue preguntarle por qué no me contó en qué andaba metido. No lo conocí a Bina, no lo conocí a Forza, pero quizás me hubiese gustado conocerlos para tener una explicación más de todo lo que se investiga ahora», añadió.
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