Las autoridades evacuaron a miles de personas ya que se espera que el huracán toque tierra en el litoral caribeño, entre Nicaragua y Honduras. En Providencia se registraron vientos de 187 Km/h y olas de cuatro metros de altura.
La isla colombiana de Providencia (norte) se encuentra incomunicada por el paso del huracán Iota, que alcanzó la categoría 5 -la máxima- y avanza rumbo a Centroamérica, donde se espera que toque tierra en la noche de este lunes en el litoral caribeño entre Nicaragua y Honduras.
«Hemos tenido comunicación celular hasta las 2 de la mañana, posterior a eso lo hemos hecho con teléfono satelital porque se perdieron la comunicaciones con el sector» aseguró a la emisora W Radio el coronel John Fredy Sepúlveda, comandante de policía del archipiélago que agrupa a varios cayos y a las islas de San Andrés, Santa Catalina y Providencia, la más azotada por el ciclón, informó la agencia de noticias APF.
Según Sepúlveda, el hospital de la isla perdió parte de su techo y el archipiélago se encuentra sin servicio de electricidad.
Providencia, donde habitan unas 6.000 personas, está bajo alerta por la posibilidad de «vientos huracanados con intensidades mayores a 178» kilómetros por hora y un oleaje con «alturas mayores a 3-4 metros», según un boletín del estatal Instituto de Hidrológica, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
El instituto recomendó a los pobladores de la isla «extremar medidas» de precaución ante el paso del huracán Iota, que se dirige a una velocidad de 15 kilómetros por hora hacia Honduras y Nicaragua, áreas ya devastadas por el ciclón Eta hace dos semanas.
Además de suspender la actividad en playas, los organismos oficiales anunciaron el cierre del aeropuerto que sirve a Providencia y un toque de queda por horas en la vecina isla de San Andrés, la más grande del archipiélago, a partir de este domingo y hasta la madrugada del martes.
Colombia soporta una fuerte temporada de lluvias que deja al menos 4 muertos, 16 desaparecidos y miles de damnificados.
Las precipitaciones han castigado a la turística ciudad de Cartagena, en el Caribe colombiano, así como los departamentos de Antioquia (centro) y Chocó (oeste), donde se han registrado inundaciones y derrumbes.
Foto: AFP.
El huracán sigue camino hacia Centroamérica, donde las autoridades evacuaron a miles de personas ya que se espera que toque tierra hoy a la noche en el litoral caribeño entre Nicaragua y Honduras, según precisó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
«Se esperan vientos extremadamente peligrosos y marejada ciclónica amenazante a la vida a lo largo de la costa noreste de Nicaragua y este de Honduras», señaló el último boletín emitido por el organismo estadounidense especializado.
Iota podría tocar tierra esta noche en el litoral caribeño, siguiendo un rumbo similar al que a principios de mes tomó el huracán Eta, que dejó más de 200 muertos y 2,5 millones de afectados por inundaciones y deslaves.
El NHC advirtió que las fuertes lluvias provocadas por el ciclón podrían causar inundaciones repentinas y crecidas de ríos en Centroamérica, y que estos efectos en Honduras y Nicaragua «podrían verse exacerbados por los recientes efectos del huracán Eta».
En tanto, las autoridades meteorológicas de Nicaragua prevén que Iota impacte entre el Cabo Gracias a Dios, en la frontera con Honduras, y Prinzapolka, más al sur, cerca de la ciudad de Bilwi.
En esa localidad de más de 40.000 habitantes, en su mayoría indígenas miskitos y afrodescendientes, los habitantes intentaban asegurar los techos de sus casas de madera con las mismas láminas de zinc viejas y rotas que se desprendieron con el paso de Eta.
Las empresas del servicio de televisión nicaragüense comenzaron a retirar los cables para evitar que caigan con los intensos vientos y la compañía eléctrica anunció que suspenderá el servicio a partir del esta noche ante la llegada de Iota.
Asimismo, camiones de carga privada y del gobierno se dirigieron ayer a Bilwi, provocando grandes filas para atravesar el río Wawa, cuyo cruce se hace en barcazas, lo que dificulta la llegada de ayuda a la zona.
Soldados de la fuerza naval también se movilizaron en la comunidad costera de Prinzapolka para ayudar a los lugareños a evacuar la zona y, según informó el gobierno, miles de indígenas de las riberas del río Coco ya se encuentran en refugios en Waspam, fronterizo con Honduras, mientras que los habitantes de los Cayos Miskitos fueron trasladados a Bilwi.
En Honduras, en tanto, policías y militares desalojan en lanchas y helicópteros a decenas de miles de pobladores en el valle de Sula, en las proximidades de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, ante las inminentes inundaciones.
Panamá declaró este domingo alerta roja en las provincias occidentales de Chiriquí y Bocas del Toro y en la comarca indígena Ngäbe-Buglé, en las que Eta dejó 19 muertos y 12 desaparecidos.
El número récord de huracanes este año obligó a usar el abecedario griego para nombrar a los nuevos ciclones.
El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera huracanes y tormentas más poderosos y con mayor cantidad de agua, que constituyen una amenaza más peligrosa para las comunidades costeras, según estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU.