El pase verde sanitario sería para saber si el portador se vacunó, se realizó un test o superó la enfermedad. La UE vive en la actualidad un intenso debate sobre cómo se podría utilizar el mismo.
La Comisión Europea (CE) planea presentar este mes un proyecto de ley para crear un «pase verde» sanitario que registre si su portador se vacunó contra el coronavirus, se hizo un test o superó la enfermedad, anunció hoy la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen.
«Presentaremos este mes (al Parlamento Europeo) una propuesta legislativa para un Pase Verde Digital», anunció Von der Leyen, presidenta del Ejecutivo del bloque comunitario, en su cuenta de Twitter.
Agregó que la iniciativa tendrá como objetivo «poder confirmar la vacunación de la persona, los resultados de las pruebas para aquellos que no pudieron vacunarse, o la información de que el coronavirus fue superado».
Según la presidenta de la CE, el documento garantizará a su titular la protección de sus datos personales, su seguridad y privacidad.
En forma separada, durante una reunión con eurodiputados y diputados alemanes, Von der Leyen dijo que la CE buscaría «en los próximos meses» crear una base técnica para un certificado digital aceptado en los 27 países de la UE, informó la agencia de noticias AFP.
El término de «pase verde» utilizado por Von der Leyen es el mismo empleado por Israel para referirse a un documento digital o impreso que demuestre que el portador ha sido inoculado y, por lo tanto, puede entrar en lugares de entretenimiento, deportivos y gastronómicos.
La UE vive en la actualidad un intenso debate sobre cómo se podría utilizar un pase verde europeo de este tipo.
Países que dependen de una retomada del turismo, como Grecia, y las empresas aéreas aspiran que el documento sirva como un «pasaporte sanitario» que permita a las personas inmunizadas evitar pruebas o cuarentenas al viajar.
Sin embargo, la mayoría de los países de la UE -liderados por Francia y Alemania- consideran que es prematuro para una iniciativa de este tipo.
Estos países alegan que una medida así podría dividir a las sociedades de forma que personas inoculadas tendrían condiciones de disfrutar de una vida libre de restricciones, mientras la mayoría, a la espera de su vacuna, continúe bajo normas restrictivas.