Lula dice que sólo se volvería a presentar como candidato en 2026 si hay «una situación delicada»

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, abrió la puerta a volver a ser candidato en las elecciones de 2026, una posibilidad que había descartado previamente, aunque dijo que sólo se presentaría si considera que hay «una situación delicada» y si está bien de salud.

«Si te lo puedo decir ahora, te lo digo: no seré candidato en el 2026. Tendré 81 años. Necesito disfrutar un poco de mi vida, porque tengo 50 años de vida política», señaló Lula en una entrevista que dio ayer al canal RedeTV.

A la vez, admitió que podría cambiar de opinión «si llega el momento y hay una situación delicada» y está bien de salud.

«Porque sólo puedo ser candidato si estoy perfectamente sano», añadió, y aseguró que si no «hay gente extraordinaria» que podría ocupar ese lugar.

Durante la campaña electoral del año pasado, Lula había dicho que no se iba a presentar a la reelección si ganaba.

«De ser electo, seré presidente por un período. Los líderes se hacen trabajando, en su compromiso con la población», aseguró en octubre, cuando faltaban cuatro días para la segunda vuelta.

Poco antes, en septiembre, había dicho que «todo el mundo» sabía que tenía sólo cuatro años: «Todo el mundo sabe que no es posible que un ciudadano de 81 años quiera la reelección», afirmó, según recogió la agencia de noticias Europa Press.

Sobre su victoria frente al expresidente Jair Bolsonaro, dijo que era consciente de que sólo él podría derrotarlo.

«Soy consciente de que sólo mi candidatura podría derrotar a Bolsonaro. No es vanidad, es la conciencia de que, debido al legado que tenía, podía ganar estas elecciones», apuntó.

En tanto, señaló la necesidad de que el Partido de los Trabajadores (PT) construya nuevos líderes que puedan ser candidatos en 2026.

«Tenemos gente extraordinaria, tenemos varios gobernadores fantásticos que participan en el gobierno», apuntó, y mencionó a su jefe de Gabinete, Rui Costa; al ministro de Desarrollo Social, Wellington Dias; al de Educación, Camilo Santana; al de Justicia, Flavio Dino; o al de Transporte, Renan Calheiros Filho.

«Todo el mundo quiere que el país vuelva a crecer, y todo el mundo quiere proyectarse nacionalmente, y yo voy a contribuir a ello: voy a contribuir a que surjan muchos nuevos líderes para que Brasil no vuelva a votar a un psicópata como presidente», agregó.

Ante la consulta de cómo se va a diferenciar su tercer mandato de los dos anteriores, Lula dijo que se considera «más experimentado» y que eso lo ayudará a «desmontar la máquina montada por Bolsonaro».

«Volví mucho más maduro en la cuestión política, porque desde el golpe de Dilma (Rousseff) sigo pensando dónde nos equivocamos, dónde acertamos, y creo que un error que cometemos es creer que el Congreso es el que depende del gobierno. No, es el Gobierno el que depende del Congreso», apuntó.

Esta semana, el oficialismo obtuvo una importante victoria en el Congreso, donde la oposición de derecha es muy fuerte, al obtener para sus aliados las presidencias de ambas cámaras, determinantes para la gobernabilidad del presidente.

Rodrigo Pacheco (PSD) fue reelecto como presidente del Senado al imponerse en primera vuelta de votación secreta al bolsonarista y liberal Rogério Marinho (PL), mientras que Arthur Lira, que representa a una coalición informal de partidos conservadores conocida como «Centrao» (el gran centro), consiguió la reelección como presidente de Diputados, como se esperaba.

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