Matías Paredes, de 26 años, creyó que los agentes eran delincuentes que intentaban robarle a él y a sus amigos por el barrio Bosque Grande de la ciudad de Mar del Plata, fue baleado al menos cuatro veces.
Paredes, que era padre de una nena de tres años, fue asesinado durante una persecución en la que intervinieron al menos cinco oficiales de la Policía Bonaerense.
La secuencia empezó a la 1.36 de la madrugada del jueves, cuando el Palio rojo en el que Paredes viajaba con sus amigos, Emanuel y Cristian, quedó encerrado entre el Bora y la Ecosport con los policías de civil.
«Yo pensé que me iban a robar o algo, porque se frenaron y se bajaron. Y mi instinto fue salir para el lado de Polonia. Y apenas salimos, empezaron a sacudir balazos, así de la nada. Y yo arranqué rápido y me venían siguiendo atrás y me venían sacudiendo», relató Emanuel al sitio 0223.com.
De los siete disparos que le dieron a su auto, cuatro impactaron en el cuerpo de su amigo, que iba en el asiento de atrás.
«Yo pensé que me querían afanar. Nunca me imaginé que iba a ser un policía, si es un patrullero no me voy a ir porque el auto es mío, yo me lo gané laburando, no me voy a andar escapando. Pero a vos si te para un auto, me llevan al frente, vos vas a pensar que te van a querer afanar. Sin embargo, cuando se bajan enfierrados, no tenían placa, no tenían uniforme de policía, no tenían nada», insistió Emanuel.
«Cuando apareció un patrullero, ahí frené. Yo digo, bueno, es un patrullero, me va a cuidar. Se enteraron de los cohetazos y vienen a ver qué onda, a protegerme. Y no, eran todos ellos mismos», dijo al recordar su encuentro con el móvil de la comisaría 16 de Mar del Plata que -identificado debidamente- por el que sí detuvo su Palio.
Durante la tarde del jueves el fiscal Alejandro Pellegrinelli confirmó en una conferencia de prensa que hay cinco oficiales de la Policía Bonaerense implicados en el asesinato de Matías Paredes, y reconoció que «es una situación poco clara», aunque se pudo saber que el Palio efectivamente «fue interceptado por un patrullero».
Pellegrinelli también reconoció que «no es normal que (el auto) no tenga la chapa colocada» en referencia al Bora y la Ecosport, que no tenían ni patentes a la vista.
«Nos bajaron contra el patrullero. Yo les preguntaba por qué no me dejaban acercar, no me dejaban acercarme al auto ni nada. Y venían, alumbraban, se agarraban la cabeza y se iban. Y así todos, cada uno, cada milico que venía, alumbraban y se iban. Yo les decía: ‘díganme qué pasa con mis amigos que no me dejan acercarme al auto, qué pasa’. Y no me decían nada, me ignoraban», detalló.
Fueron allegados de Paredes quienes lo trasladaron al HIGA de Mar del Plata, donde sólo se pudo constatar su muerte.
«Yo pido justicia y que se hagan cargo, que tengamos respuestas. No tenían uniforme de policía, no tenían nada», sentenció el joven de 25 años tras ver morir a su amigo.