Después de un mes de cierre volvieron a abrir al público los bares, cafés y restaurantes. Con una restricción del 25 por ciento de su capacidad habitual, aseguraron que esto ayuda a la supervivencia, aunque no haya ganancias. Esperan que la gente se vaya animando más a salir y que no deban dar marcha atrás en el Estadio. La esperanza se posa sobre el buen clima que se aproxima.
Ayer se puso en marcha nuevamente el Estadio Amarillo, lo que dio vía a que los sitios gastronómicos vuelvan a abrir sus puertas aunque con muchos cuidados y solamente al 25 por ciento de su capacidad
El ansiado momento llegó para uno de los rubros más castigados por las medidas que se han tomado para prevenir el avance del coronavirus, sin embargo garantizaron que esto no significa la salvación, ni mucho menos, sino que les permite “sobrevivir”.
La reacción del público en la primera parte del día resultó tibia, aunque para la noche algunos ya habían recibido llamados de consultas y reservas. Desde los bares, restaurantes y café esperan que con el correr de los días las personas se vayan animando más a salir.
Se podría decir que en este sector ya están “cancheros” en la ejecución de las medidas preventivas, la disposición de los elementos de higiene y hacer cumplir las medidas de distanciamiento. Eso se distinguió a simple vista, ya que todos contaban con alcohol en gel para colocarse al ingreso y en cada espacio, carteles con recomendaciones y la separación respectiva entre las mesas del lugar.
Al estar prohibidas las reuniones y eventos sociales, mantienen la expectativa de poder canalizar de a poco la necesidad de la gente de juntarse y compartir un momento.
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