Desde el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) de Mar del Plata, se analizó las variables de consumo y poder adquisitivo en la ciudad, en el marco del nuevo dato de inflación que el INDEC dio a conocer que arrojó una suba del 2,4%.
Rodrigo Blanco, responsable del Isepci sostuvo “si comparamos estos primeros meses con lo que fue el año pasado, hay cierto repunte. Pero si lo medimos con 2023, estamos lejos de poder hablar de una recuperación consolidada del consumo».
Además consignó que “la variable de los ingresos, sobre todo teniendo en cuenta las jubilaciones y los sectores con trabajo cuya escala salarial es baja, ha tenido una pérdida importante en lo que es la capacidad de compra”.
“Esto afecta a la porción mayoritaria de la sociedad y eso explica que se marquen bajas en el consumo de productos de primera necesidad, como carnes, lácteos y hasta yerba, que en 2024 marcó su peor dato de los últimos 9 años” dijo.
“Este año se está registrando un récord en cuanto al menor consumo de carne vacuna por parte de la población, al tiempo que se registra un crecimiento fenomenal en las exportaciones” puntualizó, mientras sostuvo “la gente se pasa al pollo y al cerdo, por una cuestión de precio, además de que pueden ser más rendidores. A eso se le agrega una mayor ingesta de harinas y arroz, con su consecuente menor valor nutritivo”.
Blanco subrayó además que la carnees el producto que mayor incremento tuvo desde diciembre del año pasado hasta la fecha.
«Sobre todo en lo que fueron los primeros meses de la gestión del presidente Javier Mliei, hubo mucho cierre de pequeños negocios. Entre los fuertes aumentos de aquel primer semestre y la baja en el consumo, solo pudieron seguir funcionando aquellos que tenían más espalda. A eso se le sumó la suba en las tarifas de servicios, por lo que a muchos directamente no les rendía, especialmente a aquellos que además debían afrontar un alquiler. De todos modos, ahora está más estabilizado el movimiento» detalló.
Para Blanco, «esto que estamos viviendo es un fenómeno que recién empieza. El Gobierno alienta un cambio de régimen, con sus reformas laborales y una flexibilización de hecho”.
“Hoy hay más contratación informal, porque resulta más barato para el empresario, no se pagan los aportes y tampoco se respetan las paritarias que acuerdan los gremios” remarcó.
“Vamos a un mercado laboral de mayor rotación, en donde además se alargó el período de prueba, con lo cual se renueva al personal y no se paga indemnización», explicó, graficando que «estamos con los mismos puestos de trabajo que antes, pero con menos derechos».